ENG

 

Buscar

 

contacto

Contactar con el IAC

Aitor Ortiz expone por cuarta vez en galería SENDA

Galería Senda

Desde el 17 de septiembre de 2019 a las 19:30 

Aitor Ortiz (Bilbao, 1971) expone por cuarta vez en galería SENDA y plantea en esta ocasión una relectura sobre la fotografía como proceso de interacción entre la representación y la percepción del espectador tras la reciente exposición individual “La Memoria Trazadora” en el Museo de la Universidad de Navarra y adelantándose a la presentación de su proyecto “Gaudí” en la sala Kutxa Tabakalera de San Sebastián.  
 
Aitor Ortiz ha desarrollado una sólida carrera artística cuestionando los limites de la fotografía de arquitectura. La representación del edificio no se afronta desde un punto de vista documental sino que la imagen remite a cuestiones metafotográficas vinculadas a la ejecución de la fotografía o a las posibilidades formales de la propia representación. Con este planteamiento, su trabajo se ha ampliado hacia un ámbito expandido que incluye el proceso de construcción y de percepción de la imagen.  

Ante su obra, el espectador se enfrenta a construcciones arquitectónicas desnudas donde no se encuentran huellas humanas ni elementos que sirvan para contextualizar estas edificaciones. La reducción a estructuras sin referencias estilísticas crea la duda si el edificio se encuentra en fase de construcción o de degradación. Esta extirpación de todo lo accesorio provoca que las composiciones tengan un marcado carácter geométrico que potencia el componente estructural de los edificios, atendiendo a su 
regularidad y simetría. La arquitectura abandona de este modo su tercera dimensión y deviene en una representación bidimensional y abstracta que enfatiza su vertiente monumental. 

Aitor Ortiz también presenta una evolución de su trabajo a través de la combinación de lenguajes artísticos. El artista no considera las técnicas artísticas como sistemas cerrados, sino mecanismos preliminares de creación. Nos encontramos con esculturas tridimensionales realizadas con superficies fotográficas en las que el autor transgrede las categorías tradicionales y extiende su experiencia más allá de los limites del lenguaje de la fotografía. Esta hibridación dota a su investigación sobre la  naturaleza y autonomía de la fotografía de un proceso dialéctico que cuestiona y modifica sus propios términos.  

Por otro lado, las fotografías de la serie Amorfosis surgen de un acontecimiento concreto que condiciona una arquitectura y que revela elementos estructurales ocultos o un determinado momento constructivo, como un incendio por ejemplo. Aitor Ortiz registra esta información documental para volver a construir posteriormente con ella y desvincularla de su inminente obsolescencia. Así entra en confrontación el propio elemento constructivo, la reconfiguración que el espectador hace de la fotografía con las tensiones entre el objeto de nueva construcción y lo que muestra la imagen.  

La observación de las propiedades de las estructuras fotografiadas en Amorfosis fueron el germen de las series Net, Umbral y Noúmenos en las que Ortiz abandona la temática arquitectónica evidente para centrarse en la capacidad de representación de las imágenes mismas, así como en la relación de la escala con la representación a través procedimientos industriales aplicados a la construcción de la imagen. De esta manera, Aitor Ortiz continua su investigación sobre la disolución y transmutación de la representación fotográfica a través de las propiedades físicas de los soportes.