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Alejandro Corujeira inaugura "Al despertar, flotaban" en la Galería La Caja Negra

La Caja Negra

Del 21 de noviembre de 2019 al 18 de enero de 2020

 

El conjunto de obras de la exposición –todas del 2019- está directamente relacionado con la participación del artista en la última Bienal de Sao Paulo, donde además de las pinturas hubo una presencia significativa de objetos escultóricos integrados en el espacio. Además, se presenta una carpeta de nueve grabados sobre madera con el mismo título, “Al despertar, flotaban”.

En este grupo de obras las formas son simples. En la mayoría de los casos dos de ellas se superponen mientras las otras apenas se tocan, sin que alcancemos a comprender si se están acercando o separando, De ese espacio mínimo, donde las cosas o los seres se alcanzan, es de lo que hablan estas obras. Hablan sobre esos espacios activos, esos lugares entre los cuerpos. El color intensifica el sentido de cuerpo orgánico, conteniendo a todas las formas presentes.

Hay un texto de Jorge Luis Borges que habla de este hecho imperceptible pero a la vez latente:

“La música, los estados de felicidad, la mitología, las caras trabajadas por el tiempo, ciertos crepúsculos y ciertos lugares, quieren decirnos algo, o algo dijeron que no hubiéramos debido perder, o están por decir algo; esta inminencia de una revelación, que no se produce, es, quizá, el hecho estético.” (“Otras Inquisiciones”)

El propio artista ha explicado que muchas de sus grafías tienen relación con ciertas escrituras musicales del siglo X y XI, que se denominaban neuma, relacionadas con el aparato neumático humano. No existía pentagrama, había que conocer la canción y lo que se indicaba era la parte alta o baja de la sonoridad, ligada a esa especie de respiración para elevar o bajar la voz.

Todas las pinturas han sido realizadas mediante un tratamiento de color basado en la superposición de capas sumamente delgadas de acuarela, hasta alcanzar una piel de intenso color.

En las esculturas el color tiene relevancia, incorporando tintas sobre la madera, que al igual que en las pinturas conforman una piel. En la escultura hay una zona directamente pintada sobre el muro que incorpora el espacio bidimensional a la propia escultura.

La carpeta de gráfica fue la semilla de esta muestra y está compuesta por nueve grabados en madera, estampados sobre papel japonés, acompañados de un texto del poeta Hugo Mujica realizado para esta edición.