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Comisaria exposición, Lolita Díaz Baliño: La realidad soñada

Fundación Luis Seoane. A Coruña.

DEL 25 DE MARZO AL 19 DE SEPTIEMBRE
https://fundacionluisseoane.gal/gl/exposicions/lolita-diaz-balino-a-realidade-sonada/


 

Desconocida por el público y olvidada por la historia del arte, la figura de Lolita Díaz Baliño (A Coruña, 1905-1963) es representativa de las dificultades a las que se tenían que enfrentar las mujeres, todavía a comienzos del siglo XX, a la hora de desarrollar cualquier tipo de actividad creativa. La calidad de su trabajo como ilustradora, dibujante y acuarelista obtendría, sobre todo durante la etapa previa al estallido de la Guerra Civil, un reconocimiento que se traduciría en sus numerosas colaboraciones en diversas publicaciones de la época, y que la convertiría en una de las primeras mujeres en ingresar en una academia de Bellas Artes. La influencia de su trabajo se transmitiría además a otras artistas de generaciones posteriores, gracias a la labor docente que desarrollaría hasta su fallecimiento en 1963.

Con el objetivo de reinvindicar la obra de la artista y ofrecer una perspectiva lo más amplia posible de su trabajo, la exposición Lolita Díaz Baliño. A realidade soñada mostrará al público acuarelas, dibujos, collages, una pequeña selección de porcelanas y un apartado documental que incluye catálogos de mano, recortes de prensa, folletos, revistas, cartas, fotografías y dos retratos a lápiz de la artista realizados por su sobrino Isaac Díaz Pardo. Cerca de un centenar de obras procedentes de instituciones, pero sobre todo de colecciones particulares, que conforman en la Fundación Luis Seoane la primera muestra antológica dedicada a la obra de la ilustradora coruñesa, un proyecto comisariado por la crítica de arte y gestora cultural Rosario Sarmiento que posee un fuerte carácter divulgativo, incidiendo en los tres aspectos en los que se dividió su trayectoria: artística, académica y docente.

La muestra pone además de manifiesto la evolución estética de la artista a largo de los años, desde una primera etapa, acorde con los postulados de la ilustración de su tiempo, hasta una cierta vuelta hacia el clasicismo, en la que retrata a conocidos y a varias de sus alumnas, realiza paisajes, etc. La exposición incluye también varios ejemplos de los dibujos de temática fantástica, de las hadas de Lolita, un motivo anómalo en el arte español pero frecuente en otras tradiciones como la anglosajona, utilizado por ilustradores como Aubrey Beardsley, una de sus primeras influencias.

Documental

Durante la exposición se proyectará un documental en el que diferentes profesionales, junto con familiares y conocidos ofrecerán en primera persona su visión acerca de la artista. Dirigido por Xurxo Lobato, cuenta con la participación de Xosé y Camilo Díaz, Miguel Anxo Seixas, Carlos Castelao, Teresa Taboada, Miguelanxo Prado, Ana Romero Masiá, Santiago del Hoyo, Felipe Senén y Rosario Sarmiento, e incluye imágenes inéditas de Lolita Díaz Baliño pintando.

El catálogo

La exposición, junto con el trabajo de investigación llevado a cabo por Rosario Sarmiento, se trasladarán a un catálogo que contará con textos de la propia comisaria y del historiador Miguel Anxo Seixas, e incluirá además un extenso apartado fotográfico.

Sobre la artista

Lolita Díaz Baliño nace en A Coruña en 1905 en el seno de una familia de creadores: dos de sus hermanos, Indalecio y Ramiro, destacaron como escultor e ilustrador respectivamente, y el mayor de ellos, Camilo, padre del artista, empresario e intelectual Isaac Díaz Pardo, fue uno de los pintores más importantes de su generación, cuya trayectoria se vería truncada al ser asesinado por los fascistas al comienzo de la Guerra Civil.

El ambiente familiar, que estimula la creatividad de todos sus miembros, hace que Lolita no sea capaz de recordar en qué momento comienza a realizar sus primeros dibujos. Una de sus mayores influencias y principal apoyo será su hermano Camilo. El estilo modernista de su obra, en la que están presentes corrientes como simbolismo y el Art Déco, junto al acceso en la casa de sus padres al trabajo de ilustradores como el ya citado Aubrey Beardsley, el norteamericano Will Bradley o el lucense Manuel Bujados, entre otros, marcarán la estética inicial de los dibujos de la ilustradora, que a mediados de la década de los veinte comienzan a publicarse en revistas como Mariñana o Céltiga. En estas primeras obras ya se hacen evidentes las características que definirán su estilo: las figuras son estilizadas y elegantes, de trazos sintéticos y alargados, y en algunos casos, muestran una inclinación hacia el orientalismo muy en boga en la ilustración de la época.

A lo largo de las décadas de los veinte y treinta del siglo pasado, las ilustraciones de Lolita Díaz Baliño se multiplicarán en revistas como Galicia, Galicia Gráfica y en periódicos como La Voz de Galicia, y protagonizarán carteles publicitarios de diversa índole: fiestas populares, anuncios de sociedades recreativas, celebraciones oficiales, etc. En 1926 participa por vez primera en una exposición colectiva, en la que también estará presente la obra de artistas como Sotomayor, Castelao o Corredoyra, entre otros. En esta época realiza su primera ilustración para la portada de un libro, Cantigas e verbas ao ar del escritor y periodista Xulio Sigüenza, publicado por la editorial Nós de Ánxel Casal.

En 1929, la Diputación de A Coruña le concede una beca para que realice estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, pero se ve obligada a rechazarla por motivos familiares. Ya en la década de los treinta, su obra se incluye en numerosas exposiciones colectivas, y su trabajo como cartelista se multiplica. En 1934, impulsa la creación de la Asociación de Artistas de A Coruña, y participa junto a otras compañeras como Carmen Corredoyra o Elena Santiso en la exposición inaugural de la agrupación, protagonizada en exclusiva por mujeres.

El 13 de febrero de 1938 ingresará como académica en la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario, convirtiéndose junto a la pintora Carmen Corredoyra en las primeras mujeres en acceder a la institución. Tras el final de la guerra, Lolita Díaz Baliño se centrará hasta su fallecimiento en su actividad docente, ejerciendo como profesora en la Escuela de Artes y Oficios de A Coruña, e impartiendo clases de pintura y dibujo en su estudio, situado en Puerta de Aires, en plena Ciudad Vieja, un espacio en el que acogería a numerosas alumnas que destacarían posteriormente como artistas, como María Antonia Dans, Gloria de Llano o Elena Gago, entre otras, que años después reconocerían la impronta de la ilustradora en sus respectivas trayectorias.