“Entre lo sublime y lo humano” de Gonzalo Sicre. Comisariada por Juan Gª Sandoval y José Frco. López Martínez

Proyecto en torno a la construcción de lo sublime, que no está en ningún lugar y puede estar en todos, es vacío y plenitud, cielo e infierno, lo grande y lo mínimo, rompe con el espacio y el tiempo, y con el principio de realidad porque está dentro de nosotros. A la par, nos acerca a la soledad, donde la grandiosidad y la sensación de infinito de sus obras, nos aproximan al vacío, llenas de fuerza y espiritualidad, representan lo trascendente, son hechuras capaces de acariciarnos el espíritu, empaparnos de sensaciones y emociones.

Desde lo plástico, crea y formula composiciones que nos conducen como alternativa a la realidad de la naturaleza, una verdad humana. Nos adentra en los últimos estadios de lo excelso, en la inmensidad de lo ilimitado de la naturaleza o duración del Universo, acompañado de libertad y eternidad. Sicre explora el vínculo entre la realidad y su construcción, y la forma en que el visitante se aproxima a ambas, introduciéndonos en el placer por el conocimiento, la repetición de lo sublime, el observador se rinde ante el efecto y, por su propia pequeñez y unidad con la naturaleza, plasma su interior, con obras metafísicas, inquietantes, llenas de melancolía y a la par sublimes.

Gonzalo Sicre Maqueda (1967, Cádiz), con el proyecto expositivo nos induce a la oscuridad, la nostalgia y el silencio, son emociones íntimamente ligadas con el paisaje interno y externo, que atrae al alma a través de un proceso de conceptualización, y que cautiva al espectador en una reflexión moral y sentimental sobre la esencia de una naturaleza sublime, donde nos anima a descubrir y poner en juego nuestra imaginación como observadores. Introduce la soledad de lo urbano, son interiores y exteriores en la búsqueda de entornos donde la ausencia les permita indagar, es un camino de transformación y depuración. Es un creador de mundos, generando representaciones plásticas que nacen desde lo tangible, que existen y cogen forma en su modo de mirar y entender el mundo, planteándonos una de las cuestiones de la pintura contemporánea, los límites entre la realidad y su construcción.