Espacio Mados | Photoespaña | Saudade: Pío Cabanillas / Jesús Labandeira

A pesar de que su Diario íntimo ejerció una notable influencia en novelistas como Galdós o en filósofos como Unamuno, ya casi nadie lee a Amiel. Él mismo, discípulo de Schelling y divulgador en Suiza de la filosofía de Schopenhauer, anotaba en su diario: "¿Durará mi nombre un día más que yo y significará algo para alguien?". Su nombre sin embargo ha pervivido, asociado a una célebre meditación que se ha convertido casi en un lugar común. Según esta:  «Chaque paysage est un état d'âme». En ella parece concentrarse la doctrina romántica del paisaje.

La presente exposición de Pío Cabanillas y Jesús Labandeira, titulada "Saudade", intenta hacer visible dicho estado del alma. Saudade es una palabra portuguesa que tiene difícil traducción en castellano. Hay quien la traduce como añoranza, hay quien la traduce como nostalgia.

En su Libro del desasosiego, Fernando Pessoa, habla con cierto desdén de esa celebre frase de Amiel y desprecia el paisaje. «No creo en el paisaje —escribe—. Sí. No lo digo porque crea en el "el paisaje es un estado del alma" de Amiel, uno de los buenos momentos verbales de la más insoportable interioridad. Lo digo porque no creo». Pero a pesar de que afirma no creer en el paisaje, sin embargo sí que cree en la saudade.

Pero Pessoa da de la saudade una caracterización estremecedora. Entra en el barbero, como de costumbre. Se sienta en su silla y el chico le pone un paño frío y limpio alrededor del cuello. Le pregunta por su compañero de la peluquería que la última vez estaba enfermo. Se murió ayer, le dicen. «Toda mi buena disposición irracional se murió de repente. Como el barbero eternamente ausente de la butaca de al lado. Hizo frío en todo cuanto pienso. No dije nada».

«Saudades! —escribe Pessoa—. Tenho-as até do que me não foi nada». «¡Añoranzas! —traduce Ángel Crespo—. Las tengo hasta de lo que no ha sido nunca mío, debido a una angustia de fuga del tiempo y una enfermedad del misterio de la vida».

Pío Cabanillas y Jesús Labandeira emprenden un viaje fotográfico conjunto hacia aquella angustia de la fuga del tiempo, buscando ese estado del alma, ese paisaje, que se identifica con la palabra "saudade". Como fotógrafos, ambos han trabajado reiterada y obstinadamente sobre la idea del paisaje.

Pío Cabanillas, de hecho, es un artista viajero y su tema fundamental es el paisaje. Ha viajado por India y Paquistán, por la selva y la sabana del África central, por los glaciares de Islandia, Groenlandia y Canadá, por Vietnam y Camboya, por los desiertos de Nazca, Atacama y Catamarca. Tiene varios libros de fotografía publicados, dedicados a sus distintos viajes: Gea, Siria, Antigua, y Madame Chi, entre otros, y numerosas exposiciones individuales, algunas de las más recientes, en el Espacio Mados.

Por su parte, Jesús Labandeira se forma como fotógrafo en el Máster Conceptual y Artístico de EFTI y en el Máster PhotoEspaña en Fotografía. Tratando de acercarse a ese estado del alma, su idea de paisaje tiende más bien hacia la introspección, a veces incluso hacia lo doméstico y lo íntimo. Además de varias exposiciones individuales, ha publicado libros de fotografía como Gradiva (2014) o Cuando aún nevaba (Segundo premio al mejor libro editado en 2016) o el más reciente libro de fotograbados Mientras esperabas (2023).