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Galería Blanca Soto | Alejandra Icaza «Hanging Fleurs»

ÚLTIMA SEMANA / Hasta el 15 de abril 

galería Blanca Soto

Calle Almadén 16, Madrid

 

Últimos días para visitar la primera exposición individual “Hanging Fleurs” de ALEJANDRA ICAZA en la galería

La historia de Alejandra Icaza se ha ido forjando y desarrollado desde su primera exposición en 1986 y su regularidad expositiva en Brasil en la Fortes Vilaça Gallery de Sao Paulo, país en el que se habla un lenguaje cromático, próximo al que ella utiliza en sus pinturas. Su obra, entronca de un modo natural en la tradición colorista de este país. Otro de sus referentes es la Edward Tyler Nahem de New York y un largo etc. a nivel internacional, para retomar de nuevo Madrid en Galería Blanca Soto.

En palabras de Javier Hontoria, a Alejandra Icaza, le gusta imaginarse al otro lado del cristal, desde donde observar con minuciosa atención el espectáculo luminoso del paso de las horas con sus luces. No debemos obviar, la sólida formación anglosajona de Icaza y su afinidad con claros referentes en el ámbito de la abstracción de la década de los 80 y 90.

Sin embargo y aunque resulte desconcertante, lo narrativo se impone en su pintura. Tras sus características manchas monocromas, dispuestas según su propia lógica interna, manchas ovales, circulares y sus actuales guiños geométricos, yace una dinámica trama vital, un mundo, que, a pesar de su apariencia fantástica, solo tiene que ver con lo vivido.

No hay ficción, solo el valor de la experiencia ...

Así, las referencias figurativas, que salpican el plano, remiten a esa experiencia vivida y...  las manchas, ovales o triangulares, solo pueden interpretarse como el presente luminoso. La intuición, la noción plena de lo real, crean ese universo de tensiones en cada lienzo

La exposición se plantea, adentrándonos desde el paisaje exterior en un mundo onírico, en el mundo de las cosas que no se ven, que se perciben, que se sueñan.

El ojo observa la geometría del mundo natural, una hoja de hierba, paisajes interiores que se van desplegando en nubes, lluvia y mares, como en un mundo antiguo de mapas y rutas por descubrir. Signos de otros tiempos y signos de este también, de aquellos lugares que pertenecen a la memoria.

Nos fusionamos con la mirada en las laderas y vertientes del cuadro, que nos hace bailar y soñar al mismo tiempo, como puntos de partida para las nuevas pinturas y collages, invitando al espectador a

“Escuchar con sus ojos”