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Galería Siboney: La densidad del Viento, de Vicky Uslé

Galería Siboney

Comisaria: Carmen Quijano

5 octubre · 12 noviembre 2021 Sala Concepción Arenal Centro Cultural Los Arenales. Santander

 

Más allá de la euforia colectiva, provocada por la pandemia, de salir masivamente de las ciudades como medio de escape de una situación que ha limitado los hábitos de ocio, la naturaleza sigue siendo para muchos un lugar estimulante y de recogimiento en el que el ser humano existe de una manera más auténtica. El arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa en su inspirador libro “Los ojos de la piel” sugiere que una de las razones primordiales por las que en ocasiones nos sentimos forasteros en las ciudades contemporáneas en comparación con el “compromiso emocional contundente” que sentimos cuando estamos en la naturaleza es la falta de la visión periférica en estos entornos. Por lo tanto, plantea que, en las ciudades actuales, prima frente a esta visión ampliada una visión enfocada que “nos enfrenta con el mundo” mientas que la visión periférica o desenfocada nos “envuelve en el mundo”.

De esta manera, nuestro cuerpo funciona como receptor de esa visión periférica que nos hace percibir a través de múltiples sentidos una experiencia almacenando todas las sensaciones. Cuando volvemos a recordar esa vivencia para compartirla, ya sea en una conversación, un escrito o una obra de arte, solemos construir una realidad hecha de fragmentos, percepciones y sentimientos que fueron recolectados en ese momento e incluso solemos incorporar recuerdos de otros periodos vividos. Con todo ello cuando construimos un recuerdo no solamente lo hacemos pesando en imágenes fijas, planas y objetivas sino en las percepciones y sensaciones que esa vivencia nos hizo experimentar, creamos una imagen emocional, subjetiva e interna plenamente integrada y compuesta de múltiples fragmentos.

Estos conceptos en torno a la percepción y recreación de vivencias desde una perspectiva eminentemente emocional entroncan con el trabajo de Vicky Uslé. La idea constante de sentir la naturaleza y el entorno, de detenerse y contemplar aprehendiendo todo lo que la rodea es algo inherente a su práctica pictórica y vital. En La densidad del viento la artista continua la investigación emprendida en sus últimas exhibiciones en torno al jardín, la memoria, lo instalativo y la práctica de la pintura. El espacio expositivo se ha transformado en un gran jardín, en uno de los muchos posibles a realizar y que tiene que ver con lo arquitectónico, lo sensorial y lo emocional. Este gran jardín contiene dentro de sí otro espacio que es a la vez otro jardín, uno que se relaciona con el Tsuboniwa, o pequeño jardín interior frecuente en algunas zonas de Japón, que es un espacio abierto al cielo y a la naturaleza y que en general tiene un tamaño reducido. En él se pretende fundir o romper el concepto de interior/exterior, integrando la naturaleza dentro de él. Este es el espacio más íntimo, a modo de cabaña abierta, un espacio de meditación, contemplación y de conexión entre la artista y su proceso creativo.

El título de la exposición alude a la idea de la ligereza, el movimiento, el cambio, la amplitud y la multiplicidad de las percepciones. El viento da forma al relieve, nos propone paisajes y vistas infinitas, nos invita a mirar hacia las alturas una y otra vez. El viento es un elemento activador que nos acompaña en el paseo y aunque en ocasiones no podamos percibirlo claramente siempre está presente. El viento discurre por las obras y el espacio, activando entre ellos relaciones y diálogos, creando distintos microcosmos según el camino que hayamos elegido.

En la obra de Vicky Uslé el tempo de ejecución transcurre y se percibe de manera sosegada y meditada generando veladuras, capas, estratificaciones que dan como resultado atmósferas en las que el vacío nos posibilita un mundo lleno de posibilidades.

El visitante deberá emprender su propio camino y percibir la instalación con una actitud que se aleje de las ideas preconcebidas, abierta a nuevas reflexiones y sensaciones, dando importancia tanto a los detalles como al conjunto. La muestra estimula nuestros sentidos y nos invita a alzar la mirada y descubrir nuestra verdad