Javier Pividal presenta la exposición ‘¿Por qué durar es mejor que arder?’

De entre todas las pérdidas le quedaron sólo las palabras

(Paul Celan / Manel Clot)

¿Por qué durar es mejor que arder? es el título escogido por Javier Pividal (Cartagena, 1971) para esta exposición concebida especialmente para el espacio de la Sala Verónicas en la cual se recuperan y releen algunas de las que se han convertido en cuestiones fundamentales en su trabajo a lo largo de estos últimos diez años.

Tomando como punto de partida la pregunta de Roland Barthes Pourquoi durer est-il mieux que brûler? de la cual toma el título la muestra, la exposición se plantea  como una clausura de etapa o cierre de ciclo en su trabajo y al mismo tiempo como una visión circular y holística de sus estrategias de significación en torno a la imagen y el texto, el cuerpo y las palabras.

Desde series como “Écrire en blanc” (2010) hasta proyectos expositivos como El performance del lenguaje (Centro Párraga, Murcia, 2014) y Or la cendre (Scan Project Room, Londres, 2017), Pividal conjuga el vacío dejado por un cuerpo ausente con la presencia expandida de un alfabeto en el que el cuerpo de la letra, fría y poliédrica, intenta declinar esta pérdida partiendo de la imagen y el dibujo hasta desembocar en el territorio del objeto y la instalación.

Construcciones geométricas que bajo la apariencia de rejas o celosías, albergan una escritura que se traza en el aire. Alfabetos de plomo y ceniza que se tamizan con el suelo de la sala a modo de un texto tejido. Metales que se licúan como en el caso de los cuerpos de oro mientras otros en plomo van derramándose sobre una serie de objetos cerámicos. Cenizas que configuran la mirada y los rostros en un teorema por resolver. Y finalmente el cobre, metal duradero que conduce y cura, como las lágrimas. Escribe Barthes: Las palabras ¿qué son?. Una lágrima dirá más.