La Neomudejar se asienta como espacio del arte de mujeres

El Museo en estos dos últimos años ha centrado su programa sobre el territorio CentroAmerica, por aqui han pasado grandes voces del Arte CentroAmericano como Aimee Joaristi, Ana Isabel Marten, Man Yu, Montserrat Mesalles o Fabio Herrera, Mario Maffioli entre otros. Aun no hemos podido reponernos de los aplazamientos con artistas de Nicaragua que esperamos logremos cerrar en este año entrante 2022. Aun así el continuar en esa linea, nos esta consolidando como un foco Europeo para el arte CentroAmericano y esto nos llena de satisfación. La postura decolonal de los discursos es completamente necesaria, tener escucha y activismo programático es una urgencia en los tiempos que se avecinan. 
Territorios Mestizos
La Artista Rossella Matamoros es un máximo exponente del arte contemporáneo Centroamericano, su obra esta presente en gran parte de los museos de Costa Rica y su trayectoria la ha llevado a Nueva York, Italia,  Suiza, Francia, México. Su trabajo transdisciplinar recorre el dibujo, la pintura, la instalación el video o la performance.
La obra de Rossella Matamoros desarticula las lógicas del patriarcado, centrando sus procesos de investigación sobre la figura de la mujer. Su obra sincrética y abstracta parte de la performance como herramienta técnica del proceso creativo. Es la profundización sobre temáticas que abordan desde prismas muy diversos, el universo de las mujeres. El arte político que representa Matamoros, contrasta con una panorámica territorial en su Costa Rica natal, ausente de denuncia artivistica, no así con el espectro genérico Centroamericano donde su obra se postula a la par de otros grandes hombres del Arte contemporáneo.
Es la obra de Rossella bebedora del primitivismo, su trazo firme revela un carácter contundente a la hora de ahondar sobre temáticas de denuncia, injusticia social o de violencia contra las mujeres. En sus procesos rituales de conexión con la ancestralidad aparecen manos, pies, huellas de un camino que apela a la necesidad de reconectarnos con lo primigenio. Su centro de acción es el cuerpo, el mismo que pone en sus performances con las que parte su proceso como un interrogatorio a la sociedad. ¿Sabes qué es eso? ¿Lo has escuchado? ¿Lo has sentido? ...el interrogante como fórmula de profundización, como toma de conciencia, de proceso de liberación y reconexión con lo íntimo, con lo personal. Su paleta de colores oscila entre el siena, el negro y el blanco, una deriva que conecta con la tierra, la sangre y la certeza. Destacar que los procesos creativos de la artista indagansobre territorios y culturas ancestrales, muy vinculada a lo tribal, posee una larga trayectoria de trabajos con tribus originarias  Costaricenses, y ha focalizado sus procesos sobre las adolescentes, trabajo que opera como voz disidente y frontal con las políticas de esterilización de las menores indígenas por parte del gobierno Tico, amparándose en evitar los embarazos no deseados pero que las condenan a ser víctimas reiteradas de la violencia patriarcal de su comunidad o de sus propias familias.
Rossella es una activista de la mujer, una artista consagrada a los necesitados, denuncia y pone voz a aquellos actos incomodos que las sociedades ocultan o silencian. Su trabajo aun operando en las lógicas y lenguajes contemporáneos están impregnados de un compromiso firme con el dolor, la violencia y la memoria que lamentablemente siguen asediando la vida de tantas mujeres en el planeta.


DIARIO DE LOS CUERPOS
Pintura, textil y otras intenciones
Natalia Auffray
Esta exposición aborda un universo complejo que recorre lo familiar, lo íntimo y lo social. La tradición feminista del arte atraviesa la obra de Auffray de manera directa, su investigación con el textil, con la naturaleza de los objetos cotidianos, lo personal, lo familiar, lo íntimo abarcan un plano general donde es necesario separarse, tomar distancia y observar. Tiene la obra de Natalia Auffray un estímulo a la inteligencia, una necesidad de operar con la física de los volúmenes y la poética del lenguaje. Nada esta totalmente concluido, todo pudiera ser ....o no, dejando un campo abierto a la imaginación, y aun así, lo cierto es que cada pieza, cada escultura o cada instalación operan desde una autenticidad muy personal que las hace inconfundibles y literalmente bien acertadas.
Natalia Auffray ha desarrollado una habilidad para la timidez, su obra define por un lado el lenguaje contemporáneo/conceptual que le corresponde por ubicación espacio/tiempo y por otro la capacidad de atesorar en un gesto creacional, un universo feminista que conecta con la tradición del textil, de la hiladura y los materiales. En esta exposición vamos a poder recorrer un período amplio de sus trabajos que van desde la pintura, la escultura textil, o la instalación que se comunican con la psique personal de la artista, sus pensamientos, reflexiones o temáticas que le atraviesan como mujer en un mundo operado por la masculinidad y donde lo sensible tiene pocos adeptos. Es la obrade Auffray una obra vieja para un tiempo nuevo, una obra inacabada en espera de un contenedor que la valide, la certeza de un lenguaje en espera de traductora y una singularidad vulnerable que pide a gritos un espacio de libertad para expresarse sin juicios absurdos. Abordar lo íntimo es un acto de valentía, de empoderamiento que esta artista lleva en el ADN de su obra. Sumergirnos en la sensualidad de sus trabajos, nos reconectará con la naturaleza, con el origen, con la tierra.