ENG

 

Buscar

 

contacto

Contactar con el IAC

Magda Bellotti. Teo Soriano, "La belleza imperfecta", en Galería Magda Bellotti.

Invitación Teo Soriano

Inauguración: Viernes 23 de Octubre a las 20:00 horas.

Lugar: Galería Magda Bellotti.

Del 23 de Octubre al 5 de Diciembre.

Trapero o poeta, a ambos conciernen los desechos

Walter Benjamin

Teo Soriano vuelve a Madrid cargado con las semillas de su vergel suprematista. Tras la muestra "Umbral" en A Casa da Parra, en Santiago de Compostela, desembarca en la Galería Magda Bellotti un conjunto de obras, inéditas en su gran mayoría, que inciden y profundizan en su poética de despojamiento radical de afeites y ornamentos. "Lo que ves es lo que ves" la conocida frase de Frank Stella que Teo Soriano ha convertido en un verdadero mantra, ilumina con luz sesgada una obra que, sobre todo en sus últimos registros, parece empeñada en la liquidación de la distancia entre el soporte y la imagen, en llevar a su mínimo infinitesimal la fisura entre signo y carne. La pintura alcanza entonces su umbral de visibilidad, su estado infra-delgado (infra-mince), acumulando en esa aproximación incuantificable su máxima tensión: un exceso descontrolado de ser, un derroche de representatividad forcluida que no encuentra superficie en que posarse.

El minimalismo de Teo Soriano transita en estas últimas series por los caminos de la renuncia y el abandono, hasta alcanzar -paradójicamente- nuevas cotas de expresividad. Un minimalismo que ahora mira a oriente, al vacío-pleno de la estética Wabi-Sabi (el Zen de las cosas), en su búsqueda y aceptación de la belleza áspera, humilde, mellada, descolorida ...y, sobre todo, desechada: "todo lo que la gran ciudad desechó, todo lo que perdió, todo lo que despreció, todo lo que ha hecho pedazos, él lo cataloga y lo colecciona" (Charles Baudelaire). Así se cruzan en esta exposición sus ya clásicos monocromos, cada vez más sutiles y "desempastados", los hermosos e inquietantes combine painting de vida multiplicada, y el "azar objetivo" de sus pinturas encontradas, en las que el artista devienearchivero de indicios y catalogador de desperdicios; el taller se torna fichero de posibilidades donde viene parar todo lo que decidimos conservar porque de alguna forma intuimos que en esos restos duermen las respuestas a preguntas que todavía no acertamos a formular. Lentamente, maceradas en pigmento y tiempo, las imágenes se incuban en ese útero nutricio y multiforme.

Ángel Cerviño