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Marcos Rivero Mentado | Anima Creativa. Monkeypox virus | ST Espacio Cultural | hasta 31 de mayo


Marcos Rivero Mentado.

Exposición Anima Creativa: Monkeypox virus.

Hasta el 31 de mayo.

Horario: martes a viernes de 18.00 a 20.30 / miércoles y viernes 11.00 a 13.30. Visitas guiadas los jueves a las 19.00 h.

S/T Espacio Cultural

Calle Enmedio 1. Las Palmas de Gran Canaria.

Anima Creativa es un proyecto multidisciplinar inspirado en el erudito, médico paracélsico e iluminado, de origen inglés, Robert Fludd, en su libro "Macrocosmo y Microcosmo" del siglo XVII. En su ilustración "El espejo de la Naturaleza y la Imagen del Arte" de ese manuscrito, aparece la figura femenina "Anima Mundí" o alma del mundo, quien sujeta a través de una cadena a un mono, que sostiene un globo terráqueo mientras mide un área con un compás. En la portada de su tratado "De Natura Simia", el mono aparece representado mirando hacia el espectador, mientras señala con una vara, una tabla aritmética.

El mono ha sido incluido dentro panteón iconográfico de muchas culturas, la egipcia con el Babuino del Dios Tot y la maya con el Dios Chuwen. El Dios mono Hanuman de la cosmogonía indostánica aparece en la epopeya del Ramayana como un dios amoroso, sabio y conocedor del sánscrito, luchador incansable frente a la adversidad. En la cultura milenaria china, el mono desde el punto de vista zodiacal, simboliza la versatilidad, el constante movimiento y al pensador ágil. La leyenda china del Rey Mono o Sun Wukong está recogida en el libro de Wu Cheng «Viaje al Oeste» (escrito en el siglo XVI) está considerado como una de las cuatro principales obras clásicas de la literatura china. La epopeya del rey mono está muy relacionada con el viaje en la búsqueda de la iluminación, por inspiración del budismo. En todas estas culturas, su simbología está interconectada con el mundo creativo, ya sea la invención de la escritura, la cerámica, la artesanía, la danza, etc. Eran intercesores también en los procesos de creación e incluso tenían algunos matices simbólicos como el paso del tiempo o el destino.

Sin embargo, en la religión cristiana católica tradicional, la figura del mono se identificaba con la lujuria, al mismo tiempo que se usó también como elemento iconográfico de burla o escarnio. El mono encadenado en la iconografía cristiana tiene connotaciones negativas simbólicas como la erradicación de los pecados y si aparece con un espejo, representa las debilidades del ser humano. Fludd era protestante y pensador del Renacimiento, influenciado por la tradición grecolatina y para él, el simio es el símbolo que conecta al hombre con su naturaleza creativa y al mismo tiempo, protector del mundo.

En esta serie, Marcos Rivero Mentado se ha dedicado a estudiar las diferentes iconografías del mono a lo largo de la cultura visual para mostrarlo como un tótem, una forma de pulsión creadora que intenta comunicar y hacer reflexionar sobre cuál debe ser el papel del hombre en este mundo. El mono tótem es sinónimo de buen augurio para algunas culturas, despliega una energía de comunicación innata, por medio del juego que es también, una forma de aprendizaje que lleva a la reflexión. Al mismo tiempo, representa desde el punto de vista onírico, la lucha frente a lo convencional, una insatisfacción frente al mundo anímico que nos rodea. También manifiesta la capacidad de superar los obstáculos, relativizar las situaciones conflictivas y buscar un nuevo sentido a la vida mediante la ironía. El mono juega con los objetos y les da una utilidad desde el azar, dándoles otro sentido.

Este proyecto artístico realizado en plena pandemia del Coronavirus, muestra simbólicamente la pérdida de esa interconexión del hombre con la Naturaleza. Las crisis concatenadas en estos últimos años, han dejado al descubierto las debilidades de la globalización y necesitamos buscar un cambio de paradigma a nivel socioeconómico. Dos años después de la crisis suscitada por el Covid19, un brote de "Viruela del mono" provocó un debate internacional sobre el peligro de una nueva pandemia. Lo peor de todo, es que una parte de nuestra sociedad, intentó estigmatizar a un determinado colectivo, como sucedió en los años ochenta y noventa del siglo XX con el SIDA. La organización mundial de la salud (OMS), dejó claro que se trababa de casos muy aislados. Y aunque también, desde esta misma institución se ha intentado cambiar la nomenclatura de la "viruela símica", para evitar demonizar de nuevo a los primates, el verdadero virus que destruye los ecosistemas y el equilibrio natural en nuestro planeta, somos nosotros. ¿No es tiempo ya de intentar transformar nuestros hábitos y volvernos a convertir en guardianes de este planeta? La crítica del artista sobre este aspecto, se ha manifestado a través de mi conciencia queer, que intenta establecer paradojas a través del humor.