ENG

 

Buscar

 

contacto

Contactar con el IAC

Mavi Escamilla "Still-Life" en Galería Cànem

STILL-LIFE MAVI ESCAMILLA (València, 1960)
El año 2002 ME presentó en esta galería: I LOVE ARTE, en la que demostraba su aprecio por el arte, los temas que trataba y la manera de trabajarlos. Ahora STILL-LIFE: bodegón, toda una declaración de principios, que es lo que corresponde a estas piezas. Y entremedias, dos grandes muestras a las fundaciones Aº Pérez (Cuenca) y Martínez Guerricabeitia (València). Durante este tiempo, sin abandonar el nexo común que todo lo liga: la representación femenina, la alienación y la cosificación, se ha hecho más penetrante. Tomando las imágenes del cine, la publicidad y los clásicos, expresándose con sarcasmo, ironía e incordiando; a pesar que la visión parezca amable, busca una conexión emotiva con el receptor. A ME siempre se la ha presentado como artista aparentemente pop… y nada más lejos de la realidad expresiva. Su arte es más trascendente, más universal. Ella hace un guiño a la cultura contemporánea, posicionándose al lado de lo contracultural, que entendería el pop como una crónica de la realidad: realidad pura y dura. Recordemos que Richard Hamilton (1957) publicó la lista de los elementos constituyentes del pop-art: popular, pasajero, barato, producido en masa, joven, gracioso, sexy y glamuroso; el acercamiento de las artes plásticas al cine, la moda, la ilustración comercial y la música rock. Cómo dijeron en su día: un culturista, una mujer desnuda provocativa, los nuevos medios tecnológicos, artículos de consumo, un cartel de cine, todo en un “environnament” doméstico.
La manera de trabajar esta exposición (tinta china, cera y grafito) en blanco y negro nos acerca a un tipo de fotorrealismo; al final sus imágenes provienen mayoritariamente de los medios (la publicidad, los espacios vitales urbanos, el cine); pero ME , la autora, está presente, muy presente, en las mismas: hay una manera muy personal de presentar las cosas y los casos.
En unos momentos históricos en el que del “fake” se hace una religión (simulación, falsificación, ocultamiento, invención) a ME tiene que referenciarse en imágenes de la realidad. Frente al consumo exasperando de las masas, ME procura serializar sus temas, haciendo de “el argumento” concepto para el espectador, que será idea motriz, razonada y sentida, de su presa de conciencia (compromiso). De este modo, la obra toma distancia de la publicidad. La elección de los motivos y los medios formales la alejan de la misma y la acercan al arte, por su disparidad de objetivos y contexto. No lo escuchamos pero lo intuimos, notamos su ausencia física, como si le faltara algo: todo es un mundo de música, como un inmenso chill-out-lounge, con su dj. De este modo, compenetrándose en los campos del arte visual y el sonido, se genera un plus de atracción, de interés. La obra es eminentemente política o, si se prefiere, social. Se quiera o no, su firma (autoría) va implícita en la factura de su práctica artística. ME da la cara y, por qué no, recupera el proyecto de las utopías sociales; pero sin olvidar el llamamiento de Breton a practicar la poesía y que, anteriormente, Lautremont, reclamaba que la poesía tiene que hacerse presente. Y un paso más en el recorrido creativo (declaración de principios) es levantarse contra la autoridad del saber de los expertos, a quienes opone su modelo de sujeto artista, transdisciplinar y desjerarquizadora de competencias. Esta resistencia de su actividad es la propia de las artistas capaces de discurso.
Observamos cómo ME se apropia de las imágenes para recrear, descubrir el sentido que se esconde en la realidad seminal, situándose en su tiempo.
ME trabaja fuerte (con los problemas, en su estudio) porque su obra no quede aislada (sin ser vista o expuesta) respecto de su tiempo, de su territorio y contexto social; no siendo más que un objeto de intercambio, con la pérdida de su valor social, artístico