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Norberto Dotor. La Galería Fúcares de Almagro presenta la exposición: Tiempos de Alegría

Hasta el 29 de diciembre de 2012.

Comisariada por Simeón Saiz Ruiz & Monika Anselment

Artistas

Claire Angelini (París), Monika Anselment (Berlín), Hommarus W. Brusche (Amsterdam), Wojciech Cie?nieski (Varsovia), Carlos Correia (Lisboa), Peter Hauenschild (Linz), Sofia Jack (Madrid), Marek Szyma?ski (Cracovia), Simeón Saiz Ruiz (Madrid) y Wolfgang Wirth (Viena).

La Galería Fúcares presenta en su espacio de Almagro la exposición "Tiempos de Alegría”, un proyecto comisariado por Simeón Saiz Ruiz y Monika Anselment.

Tiempos de Alegría es un proyectode diez artistas que han estado discutiendo y trabajando sobre el tema de la representación de la felicidad del Otro desde contextos políticos específicos tales como la así llamada Primavera Árabe. En la galería se presenta el resultado de un año de trabajo (desde julio de 2011).

En un contexto de profunda crisis económica y política en toda Europa, pero especialmente en algunos países del sur como España, pensamos que era necesario mirar hacia los momentos positivos, no para ignorar la crudeza de la realidad, sino para encontrar caminos de resistencia.

El proyecto intenta escapar de las trampas que se encuentran fácilmente en la representación de la violencia en lugares lejanos donde uno vive y trabaja, enfocado desde otros aspectos. ¿Hay en esos países otra cosa además de los cadáveres? Debe de haber también momentos de felicidad en la vida cotidiana de la gente. Intentando pensar en alguien feliz últimamente, quizás uno sólo puede recordar las caras felices de la gente en Túnez y Egipto cuando las demostraciones pacíficas fueron capaces de derrocar a gobiernos corruptos. Aquellos sucesos produjeron imágenes de euforia que llegaron a nuestras casas a través de la televisión y la prensa. Aquí teníamos felicidad de naturaleza social, de peso político. Esa fue la razón por la que escogimos los cambios en el mundo Árabe como tema.

Es obvio que la situación se ha desarrollado en direcciones dramáticas. No lo estamos ignorando. Reflejos de ello aparece en alguno de los trabajos y es mencionado en los textos del catálogo. La exposición se concentra en un momento muy específico. Nadie puede acusarnos de ignorar lo que está ocurriendo. Al contrario es una razón de más para mostrar las promesas que estaban contenidas en esos primeros momentos.

Las imágenes se encuentran fácilmente en Internet, y una colección de ellas fue un primer material de trabajo, sin embargo las obras de los artistas pronto tomaron caminos muy diversos que recogen un amplio conjunto de imágenes sobre el tema. Las siguientes descripciones de los trabajos se han hecho usando las palabras de los propios artistas:

Claire Angelini (París) como directora de cine tratando con los temas políticos de la Historia, propone una instalación en la que al espectador, situado entre dos pantallas, se le pide mirar dos fragmentos de la Historia en sus coincidencias y diferencias, Argelia y Túnez. La primera película, Brise la mer!, se pregunta a sí misma por las razones de la guerra en Argelia, con la ocasión de la conmemoración de la independencia del país (1962). La otra, Jeune, révolution!, confronta la infelicidad de los jóvenes en Túnez tras los desarrollos que han seguido a la revolución. La situación política en el presente y su reflejo en la historia están puestos en relación en un trabajo que ha sido concebid o especialmente para esta exposición.

El trabajo de Monika Anselment (Berlín) se concentra en la cuestión de cómo visualizamos los lugares donde no estamos y el papel que juegan los medios de comunicación de masas en esto. Su trabajo ha explorado estos problemas en muchos proyectos. En la exposición nos vemos confrontados con ellos a través de diferentes clases de discursos. Tenemos el discurso de las imágenes de los media contra el discurso de las imágenes personales. Tenemos el discurso de las imágenes contra el discurso de la palabra (en el texto Notizen, escrito para el catálogo, y en los chistes árabes) Tenemos el discurso de la representación contra el discurso de los objetos reales.

Hommarus W. Brusche (Amsterdam), intenta magnificar lo que es apenas visible. En sus palabras, es el arte lo que tiene la extraordinaria capacidad de hacer el deseo y la pérdida visible. Sus trabajos son dibujos donde la gente se mueve y es movida por la perdida y el deseo en configuraciones similares a los movimientos de gente a través de las plazas de Túnez y El Cairo, en diseños que sugieren el cambio infinito e infinitas posibilidades de resolución.

Wojciech Cie?nieski (Warszawa) muestra un grupo de cuadros, en los que los sucesos del presente y las interpretaciones culturales de las acciones del hombre en el pasado son relacionados para que se iluminen unos a otros. Algunos cuadros se refieren al drama/dilema encerrado en la historia de Judith y Holofernes. La acción de Judith, por un lado, es visto como heroica, patriótica, esto es, una acción que se merece la fama y el agradecimiento de la sociedad y el orgullo y la alegría que provoca. Pero por otra parte, tiene un lado oscuro: en la psique del héroe una huella queda, el resultado de los sucesos traumáticos que se dan con cada una de las luchas. Los esfuerzos no violentos para obtener ganancias personales o cambio social tienen un precio: Alcanzar las metas requiere trabajo y sacr ificio. Las rostros sonrientes de la gente, además de la alegría, a veces de la euforia, de los sueños alcanzados, expresan tanto la inseguridad por el futuro como muestran las huellas de las acciones que produjeron el evento. El juicio moral de la victoria, tanto personal como social, tiene un significado doble. Los eventos en los países árabes despiertan el interés de millones de personas; para algunos, merecen imitación, para otros son simplemente política y negocios.

Carlos Correia (Lisboa) hace dibujos a partir de imágenes de varias protestas que han ocurrido en los últimos tiempos en diferentes ciudades. Están dibujadas en papel post-it, y esos dibujos están entonces clavados en un corcho, tal como se hace rutinariamente en muchas oficinas y a veces en las casas de la gente. En ambos lugares son una ayuda a la memoria, y la imitación que hace Correia de ello enfatiza la necesidad de no olvidar esos momentos de unión popular. Es también una manera simbólica de perpetuar los eslóganes que la gente gritaba en esos eventos.

Peter Hauenschild (Linz) presenta dibujos en un formato cuadrado de caras tomadas de imágenes de internet. Los dibujos están construidos a su vez con cuadrados, puesto que el pixel es un cuadrado. Colgados juntos hacen un cuadrado más grande. Y además, a square es una plaza, un sitio donde la gente se encuentra. Todos los elementos en esta simple estructura hacen referencia a los acontecimientos en escrutinio. Las cámaras electrónicas actuales hacen fotografías con pixeles. Algunas de las fotografías elegidas podrían haber sido hechas con teléfonos móviles y subidas a Internet, una plataforma muy importante de comunicación- Después descargadas y transferidas a dibujos, una técnica antigua y simple.

Sofia Jack (Madrid) nos ofrece un diagrama en el que podemos encontrar reflejadas maneras de conectar emocionalmente con los eventos que han ocurrido en la Primavera Árabe. Las imágenes y los videos que nos han llegado a través de los medios de comunicación de masas nos han permitido tomar parte en la Primavera Árabe, y ese proceso no puede ser completado si no llevamos a cabo una conexión emocional con lo que sea que las imágenes nos están mostrando. El trabajo puede ser entendido como una breve guía que puede ponernos en un viaje hacia esas emociones.

Marek Szyma?ski (Kraków), busca imágenes que puedan hacernos entender lo que estamos viendo. En muchas ocasiones es el sentimiento de vernos confrontados con lo completamente desconocido lo que dispara el mecanismo de la comprensión. Las imágenes de la gente en el mundo árabe usando los zapatos para agitarlos con sus manos como un signo podría ser una de esas imágenes. ¿Podemos entender ese uso a través de los zapatos de Van Gogh? El desafío, como dice, es: ¿Cómo describir la felicidad de la gente que no conozco sin caer en la trampa de la ilustración?

Simeón Saiz Ruiz (Madrid) pinta cuadros de gente sonriendo a partir de caras sacadas de imágenes de internet de las celebraciones en Egipto por la caída de Mubarack. Estamos viendo esa gente y no importa cuán distantes o cercanos de ellos nos sintamos, podemos conectar directamente con su alegría. Si son capaces de ser felices tal como nosotros lo somos, deben de ser como nosotros somos.

Wolfgang Wirth (Wien) se ocupa también de esos momentos de alegría colectiva tras el anuncio en la televisión por el vicepresidente Suleiman de la retirada de Mubarack, pero se interesa mucho más por las condiciones bajo las cuales ese estallido de felicidad ocurrió y no tanto en representar las emociones que se podían ver en los rostros de la gente. Obtenemos entonces todo tipo de referencias indirectas. Aspectos tales como el tiempo, la temperatura o la luz pueden cautivar nuestra atención, y también elementos en los fondos de las fotos tales como farolas, vallas, semáforos.

No es una cuestión de buscar una posición unificada, al contrario, es más bien, una cuestión de hacer visible tantas capas de significado como sea posible para superponerlas a cualquiera que sea la información que hemos estado recibiendo a través de los media.

Simeón Saiz Ruiz y Monika Anselment.

Galería Fúcares, Almagro

San Francisco, 3 13270 ALMAGRO

Tel.: 926 86 09 02