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Ultima semana exposición " No puedo decir que no he roto un plato " de Elena Jiménez

Elena Jiménez

Hasta el sábado día 19.

Día de la clausura sábado por la mañana.

Se podrá visitar en el espacio Cruce , arte y pensamiento contemporaneo en Doctor Fourquet 5 Madrid.

 

ELENA JIMÉNEZ

NO PUEDO DECIR QUE NO HE ROTO UN PLATO

Este proyecto realizado con las Ayudas de la Comunidad de Madrid 2018, presenta su segunda parte en Madrid, tras la muestra individual en Campello, Alicante, comisariada por Isabel Tejeda. Invitada en esta ocasión por Fernando Baena para el Espacio Cruce.

La muestra forma parte de las propuestas invitadas en la Bienal MAV 2020 organizada por Mujeres en las artes visuales y puede visitarse hasta el sábado 19 día de la clausura.

En esta exposición muestra varias series cerámicas, donde trabajo sobre la identidad y la representación, mediante los testimonios de los objetos y su materia física. Os cuento una historia a través de la relación de estas vajillas afectivas, que rompen lo convencional mediante la provocación y empleando propuestas basadas en la repetición. Una invitación a cruzar el umbral en una zona de malestar.

Las piezas comparten las características de resistencia física y capacidad de ser fragmentadas por un golpe o una agresión. Fragmentos que ilustran la tensión de la rotura; los restos o residuos tras una pelea, el paisaje de la ruina y la arquitectura caída. El objeto como   representación de lo inútil, lo perdido del pasado y la memoria.

Romper con las obsoletas normas sociales y en la línea marcada del yo no he roto un plato, yo estoy dentro de los parámetros de lo que se espera de mí. La resiliencia representada en la imagen de la deformación de un cuerpo, las roturas y agujeros, la tenacidad de un material como representación de un sentimiento, una enfermedad o un dolor.

Unos trabajos basados en la repetición con los que pretende poner en cuestión la idea del facsímil y del original utilizando recursos susceptibles de reproducción, sin perder el aura de obra única.  Un tema, el de la investigación sobre nuevas gráficas sobre el que trabajo en paralelo a las otras historias que quiero contar con mi obra: apropiación, autorretrato, violencia y sociedad, mapeado y archivo, feminismo, arte y sentimientos, síndromes y obsesiones.

La exposición está compuesta por Memory hole, unos inoperantes platos hondos agujereados y desnudos que evocan la perdida de recuerdos; Incertidumbres domesticadas, una vajilla quebrada de la misma manera, imágenes de un suceso imposible; Que puede un cuerpo, piezas modeladas imitando la forma de otro material más dúctil que recibe una presión exterior de la que aparenta querer liberarse. ¿Hablamos de fragilidades?

Finalmente, la pieza No puedo decir que no he roto un plato, formada por un vídeo y el sonido que acompaña todo el recorrido, muestra la acción de destrucción de una vajilla con una personalizada decoración impresa que reposa reconstruida con sus cicatrices visibles en la pared cercana. Parece susurrarnos aquí no ha pasado nada, yo no he sido. Ni nadie... yo no he roto un plato.