UN MUSEO PARA RECONOCERNOS, ÓPTICAS HUMANAS DE EXPERIENCIAS. LÍMITES.

Actualmente el museo C.A.V La Neomudejar reflexiona desde perspectivas de experiencias humanas que transitan desde la cercanía a la muerte de Aimee Joaristi , la privación de libertad de Jhafis Quintero, desintoxicación  de Paco Santibalez  o la condición de borderline de Johanna Barilier. El Arte como canal de transformación, de superación y libertad.
 
El ciclo expositivo que el museo la Neomudéjar plantea de cara a la temporada ARCO en la ciudad de Madrid, se basa en artistas que hablan desde procesos humanos al límite, donde la condición social, humana o mental eclosiona desde ópticas creativas con lenguajes híbridos del arte actual. 4 son las exposiciones que centran el discurso curatorial que la dirección del museo brinda para un tempo donde el mercado parece el único condicionante validador. "Consideramos que los museos debemos ajustar nuestro carácter de instituciones cuya misión pasa por la reflexión, el pensamiento y la transformación social de la ciudad" comentan los directores. Esto no es una confrontación con el mercado y sus lógicas, las cuales entendemos y valoramos para el bienestar de los creadores, pero es tiempo también de análisis de las experiencias que importan, que dan valor al individuo y que verbalizarlas, exponerlas y confrontarlas con la realidad personal del visitante, abren espacios a nuevos paradigmas. El tiempo vacío del arte ha pasado y nace la nueva era del  humano como eje de reflexión. No en vano vivimos en la era que ya denominamos Antropoceno donde nuestra acción afecta sobre el planeta, pero también sobre nosotros mismos. Ese nosotros, son también una descomposición afectada de nuestra manera de habitar la realidad, la condición que enhebra una experiencia vital y que desde el arte podemos articular como una salida, una liberación, o un tránsito superable. Hablar de lo humano, es una apuesta arriesgada, en una composición de frivolidad social que aqueja a las redes, pero también es un tiempo oportuno para girar el timón de los acontecimientos con experiencias que muestran que no hay límites cuando hablamos de superaciones personales.