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Alejandro Tejido. Nito Contreras en la Galería ASM28: Planorelieves

Del 5 de mayo hasta el 28 de mayo de 2011.

A dos pasos de la Creación

Me paseo por el espacio, su forma es una palabra: espacio, el suyo, el de Nito Contreras.

A veces me pregunto cómo es realmente el espacio ¿será líquido, será anímico?, ¿también la

ceguera es espacio o, bien es la visibilidad de la luz? No lo sé, pero en mi intento de entenderlo, me paro ante aquella célebre frase registrada con la ligereza poética de un haiku por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista:

“Todo lo sólido se desvanece en el aire”. Para Nito Contreras esta frase se ha convertido en una plegaria para su liturgía estética mamada en su Galicia natal. Ahí donde durante la Creación –el séptimo día según una exégesis apócrifa- pactaron el acantilado y el Atlántico como margen de lo infinito, y el verde obsesivo con el agua como herramienta espiritual para rehacer sus espacios. Su iniciación nace ahí oradado por la gota a gota de la lluvia, a dos pasos de la Creación de su universo escultural. No es un secreto que esos prototipos arcaicos sean el espejo en los que la sensibilidad del arte moderna se mira. Nos adentramos pues en el espacio, en el vacío, en las formas sin palabras pues poca cosa son frente al lenguaje de lo que los ojos ven, y es por ello que resulta árduo descifrar su código gramatical interpretativo con el que Contreras revela su cultura primigenia. Qué duda cabe que su tarea ha sido y es sugerir y transmitir dicho lenguaje.

Por otro lado, no siendo yo un crítico, ni ambiciono a serlo, no tengo autoridad ni capacidad alguna para hacer disquisiciones en tal sentido, aunque sí he seguido de cerca una continuidad ordenada de su obra con el pasar del tiempo al igual que un día deja espacio a la noche y esta noche al día siguiente. Es así que sus piezas van reconstruyendo el retorno a una patria arcádica de petroglifos, laberintos, piedras, heridas, brumas, acantilados, olas desproporcionadas, y por tanto sin forma, como nubes que se renuevan al infinito “desvaneciéndose en el aire”. Nito Contreras devuelve el arte a su realidad en la vida pues “el arte –decía su maestro el escultor Vasco Jorge Oteiza- no es para siempre, la vida sí”. Es por este motivo que deberíamos ver en cada obra del amigo Nito no ya la “pieza artística” sino más bien su interpretación espiritual para servirnos de ella.

Angel Amezketa

Galería ASM28

Orellana 10, bajo dcha 28004 Madrid

Tel: 913198402

info@asm28.com