Doble inauguración en ADN Galería
Inauguración: 14 de diciembre de 2019
-
Nothing New, la cuarta exposición individual de Carlos Aires en ADN galería, donde mostrará su producción más reciente e inédita. Hasta el 29 de febrero de 2020
-
ADN Platform, en colaboración con el CDAN Centro de Arte y Naturaleza de Huesca, presenta la exposición colectiva Fingers Crossed. Ahora, Ayer y tal vez Mañana, comisariada por Sue Spaid y Blanca de la Torre. Hasta el 4 de abril de 2020.
Nothing New:
El título de la muestra es una declaración de intenciones con la que Aires se revela contra esa presión auto-impuesta en los artistas que crean en busca de la originalidad o de aquellos que acaban viendo su arte convertido en producto cuyo valor es impuesto únicamente por el mercado. Así, se combate esa estrategia del capitalismo que consigue mantener al consumidor constantemente expectante ante la dictadura de la novedad, al mismo tiempo que se ironiza, puesto que el título resulta contradictorio al hecho de que todas las piezas aquí reunidas serán presentadas por primera vez. No obstante, sí que pueden considerarse representativas de la trayectoria del artista puesto que se encuentran todos los temas y elementos que han inundado sus obras desde sus comienzos a finales de los años noventa: la presencia de la música, a partir de materiales o letras de canciones, la inclusión de efigies de personajes populares y el dinero como representación del poder.
Carlos Aires se licenció en Bellas Artes en Granada y continuó su formación en el extranjero, especialmente en Holanda, Bélgica y Nueva York, donde pronto comenzó a ser reconocido como uno de los artistas contemporáneos con mayor proyección internacional. Tras catorces años vuelve a España en 2009 y establece su estudio en Madrid, donde recientemente ha impulsado el proyecto Mala Fama estudios. Ha recibido importantes premios como el Generación 2008 de Caja Madrid o el Premio de Pont Museum en Holanda, además de haber sido el primer artista español en recibir uno de los premios nacionales más importantes de Bélgica: Prix de la Jeune Peinture Belge en 2005.
Aproximarnos a la figura de Carlos Aires supone abrirnos a la posibilidad de un arte donde coexistan elementos antagónicos; perversión, catástrofe, festividad, violencia, deseo, pasión, sufrimiento, muerte. Su obra supone en definitiva la abertura de un espacio lúdico y trágico a la par que señala una inesperada equivalencia entre el dolor y el placer. Obsesionado con el perfeccionismo técnico, el artista trabaja con distintos talleres de artesanos especializados en la cerámica, el metal o la madera. Como resultado, sus obras poseen un acabado sofisticado que contiene rastros del barroco, tan presente en la cultura andaluza en la que Carlos Aires se crio, como puede observarse a través del uso del dorado y de la profusión, de los que se deriva una estética nostálgica y kitsch.
Esta presentación exquisita encierra no obstante una profunda crítica a la sociedad actual. La visión irónica del artista nos señala una sociedad de consumo inmunizada ante las grandes catástrofes de nuestro tiempo sin caer en la vana provocación. Para ello se remite al imaginario colectivo, haciendo uso de imágenes de los medios de comunicación y de las efigies de personajes populares.
Nothing New se articula en dos espacios conectados: el pasillo y la sala principal. En el pasillo nos recibe la serie Bienvenido Mister Marshall: 7 metros lineales de billetes contiguos atravesados por una doble alambrada que repasan la historia española reciente. En la sala principal encontramos diferentes piezas hechas con porcelana, como la instalación Shadows, que reúne más de 100 figuritas de porcelana típica de Valencia en las que los personajes han sido pintados de negro como si fueran sombras. Así mismo destaca la serie Canciones de amor para tiempos de crisis, compuesta por 9 imágenes de gran formato hechas con billetes de todo el mundo que celebran la universalidad de la música, y la instalación Like tears in rain: un muro repleto de imágenes de noticias y otros temas encontradas on line que forman una vibración pictórica difícil de descifrar en la distancia pero que nos descubre unas gotas de oro que se deslizan por la pared cuando nos aproximamos.
Fingers Crossed:
Los artistas han demostrado ser grandes futuristas. Mucho antes de que los científicos desarrollasen tecnología sofisticada para explorar galaxias distantes, los artistas ya ilustraban viajes espaciales, invasiones alienígenas y vida extraterrestre. A la luz de los recientes informes del IPCC (Interguvernamental Panel on Climate Change) de la ONU, que dice que debemos reducir de manera drástica las emisiones de carbono para el año 2030, los terrícolas nos encontramos en una encrucijada. El problema es que resulta mucho más atractivo colonizar Marte para 2030 que abordar las emergencias de la Tierra, como la acumulación del plástico, la desertificación, la pérdida de biodiversidad, el aumento del nivel del mar e incluso la basura espacial.
Fingers Crossed explora estas dos opciones: mantener el rumbo actual mediante la promulgación de un New Deal Verde planetario o montar en la nave con SpaceX, Blue Origin y muchos otros cuyos asentamientos en Marte fueron abortados abruptamente cuando Mars One se declaró en bancarrota. Además, las comisarias han creado Fingers Crossed buscando una curaduría sostenible (con materiales ecológicos y reutilizados, sin vuelos, mínimos envíos, textos/posters reciclables en la pared y prestando atención a la huella de carbono).
Dividido en tres secciones, Fingers Crossed explora: 1) esfuerzos imaginativos de artistas pioneros que ayudaron a configurar la conciencia ecológica, 2) acciones prácticas de artistas actuales que se enfrentan a la degradación ambiental desde diferentes ópticas y 3) algunas visiones más tecnológicas que apelan a la imaginación en torno a estos temas.
Al igual que los científicos, los artistas de hoy proponen otras visiones o alternativas para adaptarnos a cambios irreversibles. Los temas que aquí se tratan incluyen la contaminación atmosférica, el calentamiento global, la sobreexplotación de recursos naturales, los derechos de la tierra y de comunidades indígenas, problemáticas en torno al agua, la pérdida de biodiversidad, los ámbitos post-apocalípticos y otras posibles futurologías.
Fingers Crossed presenta, a lo largo de tres apartados, proyectos locales, prácticas colaborativas, instalaciones, videos y fotografías de más de veinte artistas. Las obras de Esteve Subirah y Marie Velardi, así como también el energizante sol de Pep Vidal, habitan diferentes secciones.
La sección Ahora presenta proyectos relacionados con problemáticas ecológicas del presente tales como: plantas invasoras (Jean-François Paquay), el desteñido de los arrecifes de coral (Diane Burko / Anna Tas), inundaciones y refugiados climáticos (Vera Thaens), aumento del nivel del mar (Amy Balkin, Søren Dahlgaard, Mary Mattingly), valores de los pueblos indígenas (Marie Velardi), el tiempo atmosférico (Annechien Meier), industrialización y privatización en torno a los ríos (Carolina Caycedo) y la conservación de las marismas (Esteve Subirah).
Por otro lado, el episodio Ayer explora algunos esfuerzos históricos de los artistas para truncar la degradación ambiental: agregando espacios verdes para absorber la lluvia (Teresa Murak), limpiando cuencas fluviales (Nicolás García Uriburu), plantando árboles como sumideros urbanos (Joseph Beuys), preservando entornos naturales (Björk, Robert Rauschenberg), evitando las extinciones (Marie Velardi), prestando atención a las mareas (Jan Dibbets) y preservando el territorio y su biodiversidad (Esteve Subirah).
Por último, la sección Mañana muestra artistas que anticipan escenarios futuros como una atmósfera no respirable (Buckminster Fuller, Ant Farm), la tierra inhabitable (Buckminster Fuller, Blue Origin, SpaceX), plataformas petroleras abandonadas (Marcos Lutyens), la extinción de los recursos fósiles (Elena Lavellés), el desplazamiento de las líneas de costa (Marie Velardi), el "futuro" en sí (“Op Eds from the Future”, Mariana Pestaña / Rory Hyde ) y la fina línea que puede separar la utopía de la distopía (Anna Moreno).