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Epílogo a la siesta de un fauno de María García de Pedro

Desde el 18.05.2021 al 18.07.2021

 

Siesta de un fauno es el poema que salvó la vida a Mallarmé. El poeta francés, embebido en la escritura de su Herodías y sumido en una grave crisis existencial que le hacía sentirse "como un cadáver en vida", vería alterada su deprimente realidad en una visita a la National Gallery de Londres, donde tuvo la suerte de conocer el cuadro Pan y las ninfas (1759) de François Boucher. En la pintura, un fauno se acerca desde los matorrales a unas ninfas tumbadas en el bosque. La visión de este cuadro y la redacción de su poema darían luz a un nuevo Mallarmé:

"Yo, que era casi una sombra, doy vida. Sí, la doy. [...] Herodías, obra solitaria, me había esterilizado; la guardaré para los inviernos crueles. En mi Fauno... me entrego a expansiones estivales que desconocía..."

Con esta inspiración que llevó a Mallarmé a crear esta siesta del fauno, y como harían después Debussy con su poema sinfónico o Dijinski y Bakst con su ballet, Epílogo a la siesta de un fauno propone una vez más una visita a ese mundo de los sueños y los símbolos cultivado por Mallarmé, ahora, en clave contemporánea.

Sobre una selección de las obras de la colección de arte contemporáneo del Museo de Teruel, María Gracia de Pedro y Jorge Postigo de la Nogal, comisarían esta exposición donde este sueño de media tarde está desprovisto de las naturalezas sublimes y del erotismo carnal originales y en la que las obras de Antoni Abad, Lara Almarcegui, Sergio Belinchón, Andrea Canepa, Domènec, Teresa Lanceta, Santiago Mayo, Herminio Molero, Teresa Moro, Javier Pagola, Carlos Pazos y Fernando Sánchez Castillo se posicionan, ilustran y narran ese nuevo mundo de los sueños y los símbolos donde, a pesar de los cambios y el paso del tiempo, sigue habiendo espacio para el pensamiento utópico en ese jardín de las delicias que es la siesta.

Una siesta no entendida ya como el capricho de un dios sino como un acto de comunión en la que se unen las condiciones de ser un ejercicio plenamente individual y al mismo tiempo un punto de encuentro de prácticas, tradiciones, ensoñaciones, deseos y miedos compartidos con los que construir nuevas posibilidades desde nuestro presente incierto.