Espacio Naranjo participa en el Festival de Arte y Tecnología BYTE ME!

La multidisciplinariedad o transdisciplinariedad son conceptos de los que se habla mucho los últimos años. Desde las fórmulas educativas hasta las prácticas profesionales, la transversalidad en contenidos y metodologías es una constante. El arte sonoro parece haber nacido ya en una encrucijada y su naturaleza interna le hace compartir campo compositivo con otras disciplinas, siempre y cuando el sonido sea la parte capital de la obra.

En esta ocasión nos sumergimos entre el arte y la tecnología jugando con dos piezas que habitan un cruce de caminos. Una de ellas viene de mano de Menhir  (Coco Moya e Iván Cebrián) y toma forma de instalación sonora con aires de escultura efímera. En calidad de proyecto invitado traen a Naranjo el resultado de una investigación de 2 años en torno a los procesos de trasformación de la sal. Esta propuesta constituye la huella de todo el trabajo desarrollado desde 2018 en las salinas de Añana, Vitoria. Su intención es trasladar ese paisaje sintetizado al espacio expositivo, construyendo micropaisajes salinos que reproducen el proceso de evaporación del mineral. La transformación de la sustancia acaba por transformar el cuerpo y la mente de los creadores como si de un proceso alquímico se tratase, dando como resultado composiciones sonoras que arropan paisajes, alterando el estado físico y psíquico de la materia viva.

Lucas Salinas jugará el papel de artista residente. Su proyecto gira en torno a la transformación del sonido habitando en la intersección entre graffiti/pintura y sonido. “Not an oscilloscope (nor a lissajous)” es un artefacto que busca la relación sinestésica entre las frecuencias sonoras y la imagen a modo de osciloscopio, donde se sustituye el análisis y precisión científicas propias de éste, por el accidente y el azar producido a raíz de la caótica interacción entre la vibración mecánica del sonido y el áspero ensamblaje del conjunto. Un “máquina” con un claro componente escultórico acepta participar en un juego en el que confluyen diferentes disciplinas artísticas.

Menhir, una propuesta impulsada por Coco Moya e Iván Cebrián que consta de un proceso de creación en colectivo que llevan a cabo desde el año 2013. Toman la idea del Menhir como geopuntura, es decir, una piedra que afecta y modifica las energías telúricas-, para imaginarnos como el sonido amplifica y desarrolla una relación con el contexto. Trabajan en y con el paisaje, partiendo de una noción de espacio arcana, esencial, prehistórica: en el que la naturaleza y su cultura están entrelazadas de forma inevitable.

Lucas Salinas, artista multidisciplinar nacido en las cuencas mineras asturianas y afincado en Madrid. Ha estudiado bellas artes especializándose en la producción audiovisual, y actualmente está investigando en el campo del arte sonoro y los medios experimentales. Desde hace años construye aparatos o cacharros que hacen cosas no necesariamente útiles.