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Exposición Ricardo Calero. Espacios del sentir. La Lonja

_espacios del sentir

La Lonja de Zaragoza

7 de mayo – 4 de julio

Concepto expositivo: Ricardo Calero, Rosina Gómez-Baeza, Andrés Mengs y Lucía Ybarra

Comisarias: Rosina Gómez-Baeza y Lucía Ybarra

Diseño de catálogo: Andrés Mengs  

Textos de: Rosina Gómez-Baeza y Lucía Ybarra, David Barro y Ángel Guinda

La obra de un artista singular, Ricardo Calero, se expone en La Lonja de Zaragoza entre el 7 de mayo y el 4 de julio.  Este artista, jienense de nacimiento y aragonés de corazón, se ha mantenido al margen de modas y tendencias, pero su lenguaje, fácilmente reconocible, se revela eficaz en la transmisión de sus premisas. Su trabajo pausado se asemeja al del investigador que utiliza la observación, la reflexión y la deducción como metodología, la poesía de los símbolos como eje transmisor.

 

Las siete Estancias temáticas en que se divide la hermosísima sala de La Lonja podrían simbolizar los estados del alma o en cualquier caso las inquietudes e ideales de un hombre profundamente ético. Obras que constituyen una invitación a la reflexión sobre la condición humana, sobre el propio ser y su lugar en el mundo.

 

Sin ser antológica la exposición incluye un total de 125 obras, que están compuestas por conjuntos o series conformadas por 47 esculturas, 62 dibujos y collages, 30 obras gráficas, nueve obras pictóricas, 120 fotografías y dos vídeos, que recogen una síntesis de reflexiones y conceptos en los que ha trabajado durante estos últimos siete lustros de la producción del artista, cuya poética convive con el orden y la claridad en la formulación de sus postulados. No hay retórica ni excesos en el trabajo de Ricardo Calero, son obras labradas en el silencio -y nunca mejor dicho, labradas, puesto que Calero es escultor aun cuando en su camino se haya servido de otros medios y soportes de distinto signo. Son obras concebidas en la calma de su estudio de Zaragoza, de Montreal o de Fuendetodos, o acciones e intervenciones realizadas en las calles de Zaragoza, la Comarca de Belchite, el mar Mediterráneo o los bosques de Italia, Canadá o Alemania.  Obras elaboradas desde el amor por el territorio y su pasión por el arte y la cultura.

                         

Escuchar su relato impone un paso lento. Las obras desean dialogar, entablar conversación. Resultará no solo interesante sino enriquecedor.  Abandonaremos este importante edificio renacentista, de Aragón, con la sensación de haber vivido distintas vidas a través de las observaciones y experiencias de Ricardo Calero, un artista que discretamente destila vitalidad.