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La Galería ATC participa en la Feria de Arte Contemporáneo Art Madrid'20 en la sección One Project

Galería ATC / Art Madrid

Desde el 26 de febrero hasta el 1 de marzo de 2020

Stand C3

Alona Harpaz. "Exterior"; Año: 2020; Técnica: Acrílico y spray sobre lienzo; Dimensiones: 150 x 140 cm

Nicolás Laíz Placeres. "Nopalia II"; Año: 2019; Técnica: Polvo de mármol, resina, hierro y laca; Dimensiones: 73 x 42 x 37 cm

Galería ATC presenta en la sección One Project, comisariada por Fernando Gómez de La Cuesta y titulada “Salvajes. La cage aux fauves”, una selección de pinturas de Alona Harpaz (Tel Aviv, 1971) y esculturas de Nicolás Laiz Placeres (Lanzarote, 1975). Este conjunto de obras crea un espacio en el que se extiende la noción de lo salvaje, caracterizado por las intrusiones humanas. Si la artista israelí, Alona Harpaz, mezcla la belleza y lo terrible, pintando figuras humanas que coexisten con monos, lobos y cervatillos en una explosión colorida de motivos botánicos, en las obras del artista canario, Nicolás Laiz Placeres, encontramos la unión entre los espíritus de la naturaleza y el ser humano a través de un conjunto de formas mágicas.                                                              

Alona Harpaz aplica colores puros de manera profusa, con gestos fuertes y vibrantes. Sus pinturas son de una gran alegría sensual. La elección de los colores debe poco al aspecto natural y más a la propia imaginación. El uso subjetivo genera emoción. Como escribe la crítica Elke Buhr, a la belleza se le suma, no sólo lo terrible, sino, también, la política. En una de sus pinturas, “Frequency Watchers”, la artista se pinta sobre una motocicleta aludiendo al Riot Grrrl, y cómo no, a la banda Bikini Kill. Con Harpaz coexisten, según Buhr, “punk, feminismo y lápiz de labios rosa”. Reflejo asimismo de su familia: su padre nació en un Kibbutz y su madre rumana fue bailarina de ballet. 

En su nueva serie Nopalia, Nicolás Laiz Placeres, natural de Canarias —tierra de nopales, planta despojada de toda metafísica, y escenario de la industria asoladora del turismo—, yuxtapone efigies de reminiscencia religiosa y salvaje con elementos muy dispares, que encontramos en las tiendas de souvenir, y que contribuyen a la imagen representativa tópica canaria: una caracola, un callao, una tunera, un cactus y una botella de agua de plástico. En la sociedad de la superproducción, del exceso, cuando todo, incluida la tierra, es potencialmente un objeto de culto, lo es, anticipadamente, de desecho. Como dice Laiz Placeres: “la relación del ser humano con la Naturaleza en el siglo XXI se presenta como la crónica de un catástrofe anunciada”. El artista propone, en nuestro momento —cuando lo sólido y lo sagrado han dejado de serlo—, un reencuentro de lo humano con la naturaleza, a través de sus esculturas que funcionan como formas mágicas que potencialmente, con ilusión, curan el estado actual de las cosas.

Alona Harpaz nace en Tel Aviv, Israel, en 1971. Vive y trabaja en Berlín. Su obra se encuentra en las colecciones Israel Museum Collection, Richard Prince Collection, Anita & Poju Zabludowicz Collection, Wendy Fisher Collection, Barbara Gladstone Collection, Chadra Collection, Miachel L. Hittleman Collection y Sami & Anette Bollag Collection.

Nicolás Laiz Placeres nace en Lanzarote en 1975, donde actualmente vive y trabaja. Su obra se encuentra en las colecciones del Cabildo Insular de Lanzarote, Colección Rafael Mesa, Colección Joan Miquel Seguí, Colección BilbaoArte, Colección Piramidón y Colección Naranjas con Arte.

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