Galería Carles Tache tiene el placer de presentar una nueva exposición individual de José Manuel Broto

Las obras aquí presentadas son parte de una serie de 32 pinturas que se expusieron en el monasterio de San Juan de la Peña, en 2008. Partiendo de un proyecto previo sobre vidrieras, Broto da secuencia a su investigación acerca de la luz y del movimiento, asociando los aspectos de luz típicos de las vidrieras a la luminosidad de la pantalla del ordenador – recurso técnico que el artista ha explorado en los últimos años.
La producción más temprana de Broto se remonta a la Barcelona de los años 70, período en que el artista se asoció al grupo TRAMA, cuya primera exposición tuvo el apoyo de Antoni Tàpies. Defendiendo el valor de la pintura por sí misma, Broto desarrollaba esquemas constructivos que, a lo largos de las últimas décadas, han ido evolucionando hacia una abstracción cada vez más depurada, compuesta por formas difusas e informales que desembocan en un universo de color muy ligado a la pintura abstracta americana.
Lo que se ve en esta exposición es resultado de un largo proceso de síntesis formal desarrollado por el artista durante décadas de trabajo, en que el dominio del color, de transparencias y sobreposiciones juegan un papel central en su producción visual. En el texto escrito con ocasión del catálogo de la exposición en el monasterio de San Juan de la Peña, Dolores Durán Úcar señala: “la obra actual de Broto susurra al oído de quien quiera estar atento, una música acuosa, como pequeños corpúsculos sumergidos en líquido apenas detenidos, captados por un instante para el espectador.”
Broto actualmente vive y trabaja en Mallorca. Además de coleccionar una extensa lista de exposiciones colectivas e individuales, el artista obtuvo en 1995 el Premio Nacional de Artes Plásticas, el Premio ARCO de la Asociación de Críticos, en 1997, y Premio Nacional de Arte Gráfico, en 2017.