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Galería Elba Benítez | David Goldblatt | Evidencia de la inmanencia

David Goldblatt, A plot-holder who shunted trains and dreamt of growing a garden with no bricks or concrete in it, watered from this dam, Koksoord, Randfontein, Transvaal, Gauteng, 1962 © The David Goldblatt Legacy Trust

La Galería Elba Benítez acoge la exposición de David Goldblatt "Evidencia de la inmanencia".

Es parte del programa de PHotoESPAÑA 2024.

San Lorenzo, 11. 28004 Madrid  

Evidencia de la inmanencia presenta una reducida pero cuidada selección de fotografías de David Goldblatt que ponen de relieve el interés del reconocido fotógrafo durante toda su trayectoria profesional por el estudio de las estructuras (en el sentido amplio del término) de su Sudáfrica natal. Comisariada por George Stolz, Evidencia de la inmanencia se centra especialmente en la sensibilidad de Goldblatt hacia la carga del flujo de corrientes — temporales, culturales, políticas, históricas e incluso espirituales— inherentes a dichas estructuras, particularmente palpables en los lugares en los que se reflejan la mano, las esperanzas y las necesidades de sus creadores. Al mismo tiempo, dado su dominio de la técnica fotográfica, sus instantáneas se convierten en artefactos poéticos singulares que, en sí mismos, pueden ser leídos como «estructuras». Tal y como el propio Goldblatt escribió sobre su obra, se trata de imágenes de «lo silencioso y lo cotidiano en donde nada “ha ocurrido”, pero en las que todo está contenido y es inmanente».

David Goldblatt (Randfontein, Sudáfrica, 1930 – Johannesburgo, Sudáfrica, 2018) documentó las complejidades de Sudáfrica combinando la intimidad profunda con una intensa indignación. Desde sus inicios, su fotografía se basó en la protesta, informada y apasionada pero nunca estridente o propagandística, primero contra las políticas opresivas del apartheid de Sudáfrica y, más tarde, contra las condiciones de la época post-apartheid que siguieron causando estragos en el tejido social de la nación. Las fotografías de Goldblatt, tanto de gente como de lugares o de edificios, están cuidadosa y, a menudo, bellamente compuestas, pero nunca evidencian virtuosismo de manera autoconsciente. Poseen, más bien, la discreta franqueza de lo cotidiano, una naturalidad con el vacío, y una afinidad por lo indirecto y lo silencioso.

Más información elbabenitez.com