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Gema LLamazares. Gil Morán en la Galería Gema LLamazares: Símbolos de lo Invisible 2009 - 2012

Del 5 de Julio al 4 de Agosto del 2012

LA PINTURA EN ACCIÓN

La carrera artística de Gil Morán viaja sobre raíles seguros, tan sólidos como las chapas metálicas con las que suele enmarcar su obra. Entre sus hitos destacan la obtención en 2001 del premio BMW de pintura, la participación en certámenes relevantes, cuadros adquiridos por colecciones como la Masaveu y exposiciones individuales en las principales galerías asturianas, si bien lo más relevante es sin duda la vehemencia con la que trabaja, su gran potencia, la sinceridad expresiva que conduce toda su producción, enormemente atractiva a pesar de que él se empeñe en que es difícil y dura. Es verdad que a veces no entra a la primera, pero una vez que se reposa y sedimenta ofrece grandes satisfacciones, debidas en su mayor parte a sus estrictos valores plásticos, altamente recomendables.

No resulta complicado sintetizar su trayectoria en unos cuantos elementos clave: el uso casi exclusivo del blanco y negro, ligado a su experiencia como artista de una cuenca minera e industrial, en series memoriales sobre suburbios, lugares olvidados y arqueologías pintadas; el añadido posterior del color, ya sea en bandas azules o rojas, dorados secesionistas, naranjas pintados o barnices ocres casi trasparentes; el cerramiento geométrico de los contornos, un tanto más indeterminados en los últimos años debido al uso de lavados y reservas, que dejan espacios exentos e improntas vacías; la condición dibujística de su pintura, realizada con grafito tanto como con óleo o con acrílico, en la que se encuentran con frecuencia raspaduras, tachaduras y caligrafías ilegibles; la contención del gesto, con el propósito de equilibrar cabeza y emoción, sensatez y sensibilidad, y no dejarse llevar por una energía a punto de erupción, propia de alguien poseído por el instinto y por la fuerza.

A nadie debe extrañarle la relación de su pintura con la obra de Lord Byron, poeta clasicista en la forma pero eminentemente romántico en los temas y en la forma de vivir, al que el pintor de La Felguera ha homenajeado en varias ocasiones y uno de cuyos versos da título a la exposición que ahora presenta en la galería Gema Llamazares de Gijón. Son una treintena de cuadros en tres formatos básicos realizados en los tres últimos años, en los que la principal novedad es el uso como soporte de un material poco habitual, el vinilo, al que ha llegado después de múltiples tanteos y que le sirve en su solidez para soportar las insufribles acometidas a las que le somete el autor. Desde las lonas impermeables que empleaba en un principio, la lucha contra las dificultades técnicas del cuadro que él mismo se impone ha sido la norma cotidiana de este pintor, familiarizado con ciertas corrientes ascéticas de tradición oriental que hacen de la práctica virtud y de la ética emblema, como medio más adecuado para alcanzar eso que se llama iluminación.

La otra novedad, ésta no técnica sino formal y hasta conceptual, si no fuera porque no obedece a razones plenamente conscientes, es la mayor dispersión de lo que en el cuadro se nos muestra, al estar menos condensado, más abierto, menos sometido a los dictámenes de una geometría que ordenaba el conjunto. Ya no hay formas claras, líneas rectas, círculos armoniosos, sino contornos difusos, manchas indefinidas, trazos entrecortados, hasta garabatos de estructura ameboide o cromosómica, que hacen referencia a mundos orgánicos, celulares, de origen biológico, pictóricamente emparentados con los rizomas líricos de Juan Uslé, o concentraciones estelares que recuerdan a las sintéticas constelaciones de Joan Miró. Es por ahí por donde se hallan los vínculos de las composiciones de Gil Morán, que a pesar de su fuerte personalidad arraigan bien en la expresividad abstracta de la pintura de acción, la cual, si es en parte premeditada y hecha con intención, deja siempre escapar el automatismo del gesto y sirve de médium a los repertorios simbólicos más profundos, comunes a toda la humanidad.

Luis Feás Costilla

GEMA LLAMAZARES GALERIA DE ARTE

Instituto 23- bajo 33201 Gijón – Asturias