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"Hacer Ver", de la artista ALEXANDRA GARCÍA PASCUAL en la Galería Canem

Galería Cànem

Del 25 de enero al 29 de febrero de 2020

Inauguración: 25 de enero de 2020

 

De mostrar cerrando los ojos. Así como en la noche el ojo se adapta a la no visibilidad circunstancial mientras el cerebro recompone una nueva visibilidad partiendo de indicios, así, Hacer ver desvía la mirada que se dirige a la imagen, hacia otro lugar. Utilizando un neologismo que signifique extraer su marco, emarca la imagen. También la marca: suprime, elimina, tacha, oculta, borra, vela o cubre, haciendo aparecer, a través del rastro, lo sustraído, una superficie vaciada de signos, donde el ocultamiento es estrategia de visibilidad.

Hay otro Hacer ver, en el hacer-ver-aparecer lo que se disimula, el contexto de poder y opresión en el ágora contemporánea. Violencia empaquetada en los bits de transmisión cultural, que Hacer ver arranca y hace sobresalir dejando un rastro estético, si bien lejano en lo sensible a su esencia, fuertemente ligado a la violencia, en su concepto. El popular espacio común de los Media, donde la política está escondida como felino agazapado.

Retorna a la cultura, transformados, los objetos de cultura: libros, videos, páginas, revistas, postales, en un gesto de apropiación directa de lo real en el que transforma la rabia del desacuerdo en calma. El lenguaje es revisitado, en cada trocito de lenguaje tenemos la cultura entera. Los procesos y el tiempo son importantísimos. El tiempo de escucha, el tiempo de lectura de la mirada, es unarte lento, no encontrareis un fastlook aquí. Hacer ver frustra la velocidad de consumo de la imagen y así, empodera o empieza a empoderar al espectador como agente activo de su consumo ético cultural propio.

Arte emancipador de la cultura pasiva de la recepción, de la manzana envenenada de pasividad, del entretenimiento, La bella durmiente no necesita un beso, sino ver cuanta violencia se esconde en las más dulces propuestas  y finalmente en el lema, que ya no es lenguaje sino objeto punzante cultural. Intrascendente entretenimiento cargado como un arma de matar. Matar la actividad creativa que caracteriza y personifica (5-a). Apunta el término de la averdad como neologismo, ésta se conforma en el ver que se impone, ya que lo visto, en tanto solamente puede ser crítico el mirar -y de hecho, ya ni siquiera no da tiempo-, hay que subvertirlo, para poder hacer surgir lo que era oculto.

Por ello Alexandra Garcia Pascual nos contra-ofrecerá, cocinará propuestas violentas claramente, en su forma y su lenguaje, que, sin embargo, se deslizan suaves por nuestra frente y nuestros sentidos, o textos aparentemente inocuos, que aislados y observados de cerca desprenden su violencia. Textos, la lectura desapasionada de los cuales, revela la carga emotiva de sus batallas y sus víctimas.

Desapasionar la cultura, las banderas y discursos es desocultarlos de sus crímenes. Liberarlos de la coartada de las emociones como vaselina para tragarnos los lagartos políticos culturales. Espejo silencioso, donde las palabras, saturadas también en la dicción, o por la repetición, son objeto y silencio. Como los videos sobresaturados en un único frame, lenguaje rescatado en el silencio o cuestionado en la repetición monótona. El gesto-palabra. La intervención corporal es necesaria en la producción, como en la recepción de la
obra (9). El cuerpo forma parte tanto por la percepción, como por la destrucción-construcción necesaria. ¿Es una pistola un objeto de cultura popular? ¿Un objeto de cultura?
La cultura es un acto de resistencia activo, resistencia política del espacio privado, privado/público en el que al visibilizarse ésta, se convierte en acto revolucionario. En lo más íntimo, allá nos sitian, nos acechan (10). Nos entra por los ojos, nos entra en casa, nos entra por los oídos, nos entra por los Media, revistas, televisión, internet, motores de búsqueda como Google, por las redes, el ágora es mucho más unidireccional de lo que parece.

Alexandra Garcia Pascual investiga la no visibilidad, que no es más que la visibilidad en sus diferentes formas de negación. Pone dificultades en el acto de ver para garantizar la criticidad de la mirada y sentir que puede haber otra forma de mirar y de actuar. Compartir espacio mental con los objetos mentales que nos propone, a través de la percepción y la
reflexión, es encontrar la paradoja, el nudo, el porqué de la propuesta, y la invitación al público a ser activo.

Carme Planas i Viladoms
Cànem Galeria.