Javier Pividal. Prudencio Irazábal y Javier Pividal participan en Arte Santander.

La galería Artnueve propone en Le bruissement un proyecto de diálogo entre la obra de Prudencio Irazábal y Javier Pividal a partir de las resonancias barthesianas presentes en la obra de ambos artistas ante cuya obra, al igual que ante un texto, el espectador ha de demorarse pero no buscando una linealidad o una narrativa establecida, sino para experimentarlas como si se tratara de eso que Barthes llamó un “texto de placer”, un texto cuya experiencia de lectura está más allá del mero contenido y se halla más bien en la sugerencia y en lo evocador.
De la misma manera que las ‘excrituras’ de Javier Pividal susurran tiernas palabras bajo esas afiladas geometrías, la luz y el color de la pintura de Prudencio Irazábal producen también una reverberación, un susurro que deja ver, más allá, un horizonte de sentido: ʻEl sentido, indiviso, impenetrable, innominable, estaría, sin embargo, colocado a lo lejos, como un espejismo... el punto de fuga del placerʼ.
En la obra de ambos artistas nada es evidente. Algo que tienen en común es la necesidad de atención y demora en la obra. No es posible, de ninguna manera, acercarse a ellos a través del vistazo y la mirada rápida. Esto es una resistencia ante los regímenes espectaculares de tiempo de la hipervelocidad que imponen una mirada de superficie que trabaja casi como el lector del código de barras. Frente a ese tiempo rápido, en estos trabajos, el espectador necesita una demora. Todos ellos están llenos de detalles, de complejidades que hacen que cada obra sea un mundo habitable y complejo que es necesario leer. En la era del déficit de atención, los artistas de Le bruissement reclaman la serenidad de contemplación, reclaman el tiempo lento tanto del disfrute y experiencia de la mirada como de la complejidad intelectual y conceptual.
+INFO: http://www.artnueve.com/exposiciones.php?e=43&o=imagen