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José Damasceno en la Galería Distrito4: Estudios Paragráficos

Inauguración: 16 de septiembre de 2010

Hasta el 5 de noviembre de 2010

En un primer momento definir la obra de José Damasceno puede ser difícil. Adriano Pedrosa ha subrayado la dualidad existente en su trabajo entre “lo orgánico y lo corporal” y, por otro lado, “lo geométrico y lo matemático”, procesos que, no obstante, se entrelazan proporcionándole un aire constructivista, oculto tras la subjetividad de sus obras.

Gerardo Mosquera dice que este artista es “simultáneamente un paradigma de los derroteros de la escultura en Brasil y un artista de personalidad única”. Para él, Damasceno “es un neorromántico que ve el mundo como un misterio, en las antípodas del cinismo prevaleciente en el actual mundo del arte. Un neorromántico interesado en el orden y la ciencia que busca visitar, mediante el arte, esos puntos abstractos donde las matemáticas se disuelven en la poesía. Un neorromántico cuya subjetividad, en vez de mirar hacia dentro del sujeto o sólo hacia la existencia, se aplica en intentar un imaginario de la materia. Un neorromántico en quien el humanismo se pone en función de un Verstehen de las cosas, fuerzas y relaciones físicas del Universo, de un conocimiento poético de lo macro y lo micro, de lo que nos rodea pero que queda más allá de nuestra dimensión. Para él, Damasceno es “un poeta de los sistemas”.

Estudios Paragráficos se trata de una serie de grabados, que dan título a la exposición indicando la pauta para los trazos presentes en las otras piezas, obtenidos a través del procedimiento de serigrafía sobre papel. Son dibujos esquemáticos de naturaleza sistémica que enseñan demostraciones y representaciones en sentido rítmico por medio de líneas, formas y colores, dejando entrever las relaciones que estos datos guardan entre sí, desde su circulación y comportamiento como por ideas portadoras de una suerte de ordenación espacial.

En palabras del artista: “Aquí la palabra paragráfico nos muestra un sentido de proximidad, cercanía o inmediación del factor gráfico, aquel de inscripción, de registro, con circunstancias ajenas e inusuales a sus medios habituales. Situaciones donde se notan desplazamientos entre dimensiones. Se plantea entonces una especie de zona intermedia donde espacio y pensamiento se mezclan y se nutren respectivamente”.

En el resto de las obras, el trasfondo metafísico presente en toda la trayectoria artística de José Damasceno se hace más evidente. La pieza Grúa parte de un gancho usado en los muelles para barcos de carga que lleva una cuerda atada y que atraviesa todo el espacio de la galería, bajando por el hueco de la escalera donde el artista cuelga una forma abstracta que se identifica con una mancha y que, como si fuera una sombra, se convierte en un monumento absurdo e insólito, lleno de un simbolismo que supera nuestro conocimiento, pero en el que se hace evidente la poética y el imaginario del espacio arquitectónico construido por el artista.

En Errante y Le Bain Animique el artista integra objetos de hierro o cerámica del siglo XIX en entornos propios del siglo XXI. Como dice Ligia Canongia, “El brasileño combina esculturas del siglo XIX con displays luminosos, postales, tazas o los bancos de una plaza. Pero ambos son el resultado de sociedades objetivas y catastróficas que, bien mediante el dominio de la máquina, bien mediante el de la información, siguen exigiéndole al arte la belleza enunciada por Lautréamont; ‘Bello como el encuentro fortuito, sobre una mesa de disección, de una máquina de coser y un paraguas’”.

Distrito 4

Conde de Aranda, 4 28001 Madrid

www.distrito4.com