Kárstica presenta al Colectivo Revolú de Puerto Rico en el Museo de Fotografia de Huete
El colectivo Revolú de Puerto Rico ha inaugurado en Huete junto a los residentes de Kárstica (Cañada del Hoyo) la exposición KARSTICA 2024, en el atrio central del Museo de Fotografía de la Fundación Antonio Perez en Huete.
Pocas veces sucede que un colectivo caribeño aterrice en Madrid y mucho menos en Cuenca. Esta obertura se asienta gracias a un diálogo interinstitucional de dos entidades privadas. Su deseo y acuerdo fructifica al margen de las ayudas estatales y de las malditas subvenciones/ limosna del ayuntamiento de Madrid. Cuando el arte se abre paso, los astros se alinean y si por encima sobrevuela la sombra de Heriberto Nieves y La Neomudéjar.....todo está explicado.
Hace apenas 7 meses nacía la Fundación Heriberto Nieves, los directores de La Neomudéjar y Zapadores Ciudad del Arte, asistieron a ese evento en San Juan de Puerto Rico. Un show digno de los premios Amy, con coros, visuales y mucha alfombra roja. Se veía venir....algo grande estaba naciendo. Tan grande como la escultura pública del maestro Heriberto Nieves que inunda el paisaje de la isla con dimensiones colosales de puro arte contemporáneo. Tres discípulos viajan a Madrid con una agenda completa, una exposición de despedida en Bayamón que ya predecía con su sugerente título "Ventanas a Madrid" qué el aterrizaje iba a ser sonado. Andrés Melendez, Miguel Angel Feba y Marcos Daniel Vicéns son un "revolu" para el panorama patrio. Talento, juventud, hambre por crecer, aprender y sobre todo...talento.
Un lenguaje diferencial en lo conceptual como son las esculturas de Marco Vicens que parten de las topografías submarinas donde surfea en su pueblo natal de Vega Alta, "ahí nace la vida y de ahí arranca mi trabajo " comenta el joven que sin llegar a la treintena ha sido ya seleccionado por la Galería Petrus, la más prestigiosa de Puerto Rico, lo mismo acontece con el resto del colectivo "Revolú" que tambien han logrado formar parte de la cartera de Petrus. Sus lenguajes aun siendo bien diferenciales en lo técnico, si parten de un territorio que les une y una visión muy concreta de lo que como colectivo pueden aportar al arte actual. Feba trabaja con una técnica hibrida, donde el soporte de la obra es la pintura misma, la flora, el hallazgo dentro de su lenguaje ha evolucionado hacia un transito sombrío que augura una nueva etapa negra para su producción. Por otro Lado Andres Melendez, parte de un lenguaje urbano, que se confronta al paisaje y la naturaleza y que en esta residencia ha provocado su salto a la escultura formal de materiales.
Y es que su llegada a Zapadores Ciudad del Arte ha sido un soplo de buen hacer, se han gestado laxos artísticos, ha habido intercambios y mestizaje, acontecen sucesos, visitas a estudios, galerías y lo que iba a ser una residencia, se transforma en un movimiento de alcance transoceánico. Ciria, Ovejero, Marc Janus, Rafael Peñalver, Black Butter, les brindaron consejo, lazos y lecciones de vida y profesionalidad. Hoy tras sólo dos meses en Madrid, la colaboración con "Revolú" ha ido sumado experiencias cruzadas con artistas de la talla como Rafael Peñalver, Jacqueline Bonacic Doric, Ovejero y otros Emergentes como Black Butter. La Neomudéjar plantea un exposición de cierre tras tres meses de trabajo en España de este colectivo y los cruces de este colectivo que nace para quedarse, con una pata en el Caribe y otra en España. Las obras que presenta esta muestra, atraviesan diversas capas de lenguajes y reflexiones. La naturaleza, es un común generalizado en el colectivo, el hogar, o la ausencia del mismo es otra de las preocupaciones que atraviesan sus obras.
Dos han sido las etapas creativas desarrolladas en comunidad que darán luz en sendas exposiciones, "Revolú" que se ha inaugurado el 22 de junio en San Clemente en Huete (Cuenca) en la que participan vinculados al colectivo Mat Kar de Costa Rica, Black Butter y Jacqueline Bonacic-Doric de España y los tres puertorriqueños Andrés Melendez, Miguel Angel Feba y Marcos Daniel Vicéns.
La otra exposición será en La Neomudéjar el 28 de junio titulada “Territorio Caribe 1897- 2024” que reclama una entidad caribeña desde su naturaleza e idiosincracia con la que fue la segunda autonomía española, abandonada en el desastre del 98, sin haber solicitado nunca la independencia de España.
En un momento crucial en que lo social apunta a lo tecnológico el colectivo Revolú, reflexiona sobre lo íntimo, la memoria, el hogar, el territorio, la ausencia. La huella de nuestra acción como especie y la investigación pura en el lenguaje artístico que se viene. Son diversos los artistas que en diásporas lejanas trabajan e investigan desde la técnica y el lenguaje. Mario Maffioli lleva años investigando sobre cuáles son los colores en la actualidad, tras el enfoque de los pixels, la tecnología y las ondas vibraciones, Marck Janus que descubre en el óleo como aparecer o desaparecer los colores ante la mirada pasiva del espectador, o la memoria borrada de la obra imponderable de Jacqueline Bonacic- Doric. Nombres que se cruzan y se entrelazan desde los afectos con este colectivo en residencia que aterriza una manera de hacer y de estar en el espectro del arte diferencial actual.
Dos son las exposiciones que nacen fruto de esta residencia entre Madrid y Cuenca.
El Museo de Fotografía, Fundación Antonio Perez, recibe la muestra de resultados del colectivo. Sus obras creadas en la pequeña localidad de Cañada del Hoyo, reflexionan sobre el territorio, la nostalgia, la ausencia y el deterioro de las comunicaciones. Un trabajo intrínsecamente ligado a la antigua Estación de Cañada del Hoyo (Kárstica) y la perdida del tren. Su ausencia evoca nostalgias, desterritoralización, y memorias fragmentadas. El tiempo de creación el colectivo Revolú ha tenido la participación de la artista Mat Kar de Costa Rica que viene apoyada por el CCECR (AECID) y los artistas españoles Jacqueline Bonacic-Doric y Black Butter que han enlazado sus discursos y temáticas al hilo conductor del comisariado propuesto para la Fundación Antonio Perez. Nestor Prieto y Francisco Brives, apuntan que esta muestra de resultados, se mantendrá durante un mes en la sede de Huéte, que habrá una charla sobre la experiencia de estas semanas en Cañada del Hoyo y su contacto con la población y el territorio. Así mismo hablaran del convenio establecido entre la Fundación Heriberto Nieves y la red de museos ArthouseSpain que los acoge.
La obra de estos 6 artistas, atraviesan diferentes técnicas y lenguajes, desde la escultura, la pintura o el collage, donde las temáticas diversas convergen en un territorio común, la desconexión, no solo la que físicamente ha generado la perdida del ferrocarril, sino la la deslocalización de las referencias urbanas para adentrarse en una dimensión territorial que afecta tanto a los sentidos, como a la vivencia misma como individuos con otros paisajes en la memoria. La ancestralidad de la obra de Mat Kar, que pone foco a la diversidad corporal y la referencia feminista de las Venus paleolíticas, a el tallado en piedra y madera de Marcos Vicéns, que compone una linea diferencial de su producción como escultor trasladando su creatividad a otra materialidad y composición más conectada con el territorio y la geomorfología de la serranía conquense. Los vestigios o hallazgos de materiales vinculados al ferrocarril, han derivado en un arquetipo escultórico que provoca una extrañeza y al tiempo una identificación inmediata con las lineas abruptas de la geografía conquense. El mismo suspense que aflora con las obras de Andrés Melendez que evocan sentimientos como la nostalgia o el archivo, la necesidad de atrapar el sentimiento y condensarlo en un marco conceptual que no precisa más de una palabra, para tocar directamente al espectador. Black Butter con su fantasmas interiores fragmentados, como un ejercicio de disolución en el paisaje, se funden con los negros de la obra de Miguel Angel Feba, que utiliza materiales como el bagaje del mimbre pelado, o las espigas del trigo que fundamentan la universalidad del hombre y la naturaleza. Por su parte Jacqueline Bonacic-Doric ha querido también despegarse de su tradicional producción pictórica y penetrar en el lenguaje de la tridimensionalidad escultórica, articulando un territorio evocador de la memoria desaparecida del ferrocarril y las posibilidades de interconexión entre los sueños y el universo personal y humano y el territorio externo que simboliza lo social. Todas las obras que han producido hablan de lo intimo y de lo universal, la geografía personal y la que nos afecta en contacto o comunicación con el otro (sociedad o paisaje). Articular narrativas que toquen a las vidas de la comunidad es un deseo universal del arte, en esta ocasión 6 voces nuevas para Cuenca, han explorado sus universos personales en dialogo con la Serranía de Cuenca y sus gentes.