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«La condición humana» de Simón Arrebola en Herrero de Tejada

Del sábado 4 de junio al 29 de julio de 

Inauguración: sábado, 04 de junio De 11:00h a 15:00h C/ Hermosilla 49

 

El próximo sábado 4 de junio la galería Herrero de Tejada presenta La condición humana, la tercera exposición individual de Simón Arrebola en sus salas.

En la serie de pinturas que conforman la exposición, Simón Arrebola interpreta diez de las tragedias shakespirianas sin dejar de lado su personal lenguaje plástico y los tres ejes que vertebran su trabajo: la arquitectura, el paisaje y la figura.

En la mayoría de los cuadros se alude al bosque como uno de los topos o lugares comunes representados en la literatura universal y aflora la preocupación del artista por el encuentro entre el paisaje y la figura.

En la pintura occidental, esa conjunción entre el paisaje como género independiente y la figura fue un fenómeno ciertamente tardío. Muestra de ello es La Tempestad (1605) del italiano Giorgione y cuyo auténtico significado es un misterio que ha tratado de descifrarse en multitud de ocasiones y que se convertiría en el anticipo de la nueva figuración narrativa, donde las historias emergen encriptadas en la pintura.

Al más puro estilo shakesperiano, el paisaje pasa a representar estados de ánimo, convirtiéndose así en un personaje más y conectando con lo sublime de destacados autores románticos como Caspar David Friedrich o Edwin Church.

En La Condición Humana, como no podía ser de otro modo, son los personajes los que intencionadamente se dotan de la relevancia necesaria para asumir, de forma indiscutible, el protagonismo de los cuadros.

No es casualidad que en ocasiones pueda parecer que el personaje representado es siempre el mismo; no en vano en las obras de la Antigua Grecia un mismo actor podía encarnar distintos papeles y para ello se disfrazaba con diferentes trajes y máscaras.

Las tragedias shakesperianas presentan un completo repertorio de la naturaleza de la condición humana, desde la ceguera y destrucción en Cleopatra y Marco Antonio hasta el sentimiento de culpabilidad de Macbeth o los demonios en la mente de Otelo. El aprendizaje que se deriva de todo este proceso de estudio y realización de las obras podrías resumirse en la aceptación de la muerte como una realidad integrada en la propia vida. Algo doloroso, y a la vez enriquecedor y de lo que el propio Hamlet reflexiona cuando afirma que "estar preparado es todo".