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Miguel Álvarez-Fernández presenta la pieza "En la Sala María Zambrano, el 14 de abril de 2012"

Este sábado se presenta, a las 19:00, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, un nuevo trabajo titulado "En la Sala María Zambrano, el 14 de abril de 2012".

Este concierto/performance se enmarca dentro de la 2ª Jornada Hispano-Alemana de Música Contemporánea "INTERACCIONES: Sonido-Palabra-Escena" - FASE 2012, organizada por el Goethe Institut y el Círculo de Bellas Artes.

Más información:

http://www.circulobellasartes.com/ag_escenicas.php?ele=299

http://www.goethe.de/ins/es/mad/es9009959v.htm

La pieza "En la Sala María Zambrano, el 14 de abril de 2012" contará con con el Dúo Rivera (violín y piano), Anne-Françoise Raskin (saxó), Stefan Kersten (electrónica), Ferrer-Molina y Rubén Gutiérrez del Castillo (objetos, superficies y electrónica) e Isaac Diego (voz), junto a los participantes en el taller de arte sonoro que he estado impartiendo esta última semana en el Goethe Institut.

La entrada a todas las actividades de la jornada es gratuita.

En la Sala María Zambrano, el 14 de abril de 2012

Miguel Álvarez-Fernández

Una concatenación de azares —como la vida misma— nos reunirá, el sábado 14 de abril de 2012, en la Sala María Zambrano, en la quinta planta del Círculo de Bellas Artes de Madrid. A partir de las 19:00. Ochentaiún años después de que, unos metros más arriba de la calle Alcalá, en la Puerta del Sol, también se reuniese un conjunto de personas, de ciudadanos, de oyentes, a festejar. Y unos meses después de que, en esa misma plaza, otro amplio conjunto de personas, de ciudadanos, de oyentes, se reuniese con otros propósitos, igualmente poco definidos.

Estos conciudadanos se sentían —eso sí quedó muy claro— fuera. Y quizá algunos de los que asistamos a esta otra —y no menos extraña— celebración nos sintamos de manera parecida. Quizá ello nos ayude a preguntarnos, juntos, de qué nos sentimos fuera, y por qué.

El mismo azar que continuamente nos reúne (y, a veces, nos separa) ha querido que el lugar para este encuentro sea una sala llamada María Zambrano. Siempre me he sentido bastante alejado (bastante fuera) del pensamiento y del estilo (¿son cosas distintas?) de la Zambrano. Y muy lejano, también, de algunas de las interpretaciones —filosóficas, musicales…— más habituales de su filosofía y literatura (así como de las lecturas que algunos colegas han practicado respecto a otros autores muy cercanos a María Zambrano, como José Ángel Valente o José Miguel Ullán). Esas aproximaciones me parecen excesivamente líricas, demasiado poéticas, en un sentido de esta última expresión que intenta referirse a un edulcoramiento malintencionado de los contenidos o enfoques de los textos originales. La tremenda carga política de estas obras (y pienso ahora tanto en Zambrano como en Valente o Ullán) desaparece —misteriosamente— en esas recreaciones musicales y filosóficas.

Quizá también podamos pensar juntos sobre esto el 14 de abril de 2012.