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Proyecto Chandra

Sala de Exposiciones Conde Rodezno, Pamplona

Del 22de diciembre de 2009 hasta el 17 de enero de 2010

Comisario: Juan Zapater

Artistas: Taxio Ardanaz, Nerea de Diego, Miren Doiz, Verónica Eguaras, Elisa Fernández, Elena Goñi, Carlos Irijalba, María Jiménez, Miguel Pueyo y Belén Puyo.

Dar y preguntar. Ofrecer y esperar.

Proyecto Chandra nace de una efeméride, la celebración de los 25 años de existencia de los Encuentros de Jóvenes Creadores impulsado por el Instituto de la Juventud del Gobierno de Navarra. Pero, en realidad no se cumplen 25 años de la modalidad de Artes Plásticas ni la relación de los diez artistas invitados se ha limitado a una selección de los ganadores.

Las diez personas que participan en este proyecto tienen en común su participación destacada en algún momento en estos Encuentros y su voluntad de compartir una experiencia artística que ha devenido en una singular trayectoria.

El nombre del proyecto, un guiño pretextual al Premio Nobel de Física en 1983, Subrahmanyan Chandrasekhar, fue escogido por su relevante aportación sobre el concepto de los límites del universo, y por su obra The Mathematical Theory of Black Holes. Pero, en definitiva, la cuestión asumida por los diez artistas aquí convocados obedecía a otra intención. Dar sentido a la palabra Encuentros, promover una experiencia itinerante en el tiempo y en la geografía para, con ella y a lo largo de este periplo, provocar las necesarias interferencias y trasvases conceptuales que sirvieran para (re)establecer una cartografía en la que tendencias, métodos y propuestas individuales o colectivas reforzasen y dieran sentido al concepto “Encuentro”.

Para ello y en diferentes fases, Proyecto Chandra ha abundado en la celebración de debates entre los participantes a través de un proceso gradual en el que lo verdaderamente sustancial ha ido convocándose durante la experiencia.

De las incertidumbres y falta de entusiasmo inicial ante un simple acto expositivo se pasó de manera gradual a una actitud de compromiso. Para ello fue necesario pergeñar una mecánica de trabajo que contempló la presentación del proyecto en la cita de Tudela. Allí se expuso el material bibliográfico y curricular de cada participante así como una propuesta u obra personal en una especie de quién es quién que ayudara al conocimiento mutuo entre los diez artistas entre sí y de éstos con el público.

La segunda fase, determinante por cuanto implicó un ejercicio de memoria y entrega, asumió el reto de mostrar públicamente el mundo interior, los referentes artísticos y personales de cada uno junto a lo que podría vislumbrar una especie de work in progress de lo que finalmente se expondrá ahora. Es decir, por vez primera se sacaba del espacio íntimo fragmentos, referentes y modelos desveladores de la trastienda con la imagen que lo que podría vislumbrarse al final de la partida. En definitiva, aquello que normalmente queda siempre en la penumbra de lo no público, aquello que suele conformar las estrategias, deseos y voluntades de cada artista.

Esta fase dividida en dos espacios, Sangüesa y Estella, por cuestiones de estrategia y necesidad de espacio, tuvo mucho de trabajo interior para que Chandra se retroalimentara. Y esa etapa significó una poderosa fuente de energía cargada con las aportaciones recibidas por parte de todos y cada uno de los diez artistas.

Ahora, describir qué nos aguarda en la siguiente etapa, presumiblemente final, de Proyecto Chandra, que se presenta en Pamplona es algo que no se puede precisar.

En algún modo, aunque el material y la información sobre cada autor es generosa y pormenorizada, más que un proyecto, lo que Chandra representa ahora es un presentimiento.

O sea, un sentimiento apriorístico en el que al final del mismo respira una certeza.

La de saber que durante unos meses y a lo largo diferentes espacios geográficos se ha realizado un viaje a pecho descubierto y que, en contra de lo que es habitual, de todo ello ha quedado una serie de huellas claras.

Chandra, en su reflexión sobre ese perímetro que constriñe, presenta un resultado que múltiplica y se proyecta de manera ilimitada.

En este periplo, ese saber que siempre llegamos tarde a nuestra propia experiencia artística, ha servido para hacer de la memoria un viaje de ida y vuelta en el que el roce tangencial de miradas y aportaciones es más que una suma. Y de algún modo, todas las personas participantes en Chandra empezaron a mostrar más allá de la convencional puesta en escena. Había algo de enseñar a los demás para descubrirse a sí mismo.

En Pamplona, Chandra ofrecerá la incorporación de lo mostrado en Tudela, en Estella y en Sangüesa más la propuesta final con la que esta experiencia debía acabar.

Igualmente se dará noticia de todo lo discutido, compartido y repartido en esos Encuentros en los que en muchas ocasiones, la propia persona se convirtió si no en un objeto de experiencia artística sí en materia pura de donación y de interrogación.

Pero acaso, ¿no es eso lo propio de Arte?

Dar y preguntar.

Ofrecer y esperar.

Pues si es así, esto es lo que ahora te invita a experimentar el proyecto Chandra.

Juan Zapater

www.encuentrosnavarra.com/mailing/Chandra/masinfo.html