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EL INSTITUTO DE ARTE CONTEMPORÁNEO RECLAMA MEDIDAS URGENTES PARA EL ARTE CONTEMPORÁNEO AL GOBIERNO DE ARAGÓN

El pasado 20 de mayo, la presidenta del Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), Marta Pérez Ibáñez y los profesionales Alejandro Ratia (crítico de arte y comisario), Joseba Acha (galerista), Enrique Carbó (artista) y Juan Guardiola (gestor cultural), en representación del IAC Aragón, se reunieron con el director general de Cultura, D. Víctor Manuel Lucea Ayala.

El Arte Contemporáneo condensa el imaginario colectivo y configura un patrimonio que retrata la época actual para las generaciones futuras. Es catalizador de innovación dentro y fuera del ámbito cultural. Hoy es un sector laboral con mayoría femenina, y con posibilidades de ser palanca para la igualdad. Por todo esto, juega un papel crucial en el posicionamiento de la sociedad aragonesa en el presente y ante el futuro. En buena medida, el Arte Contemporáneo es asimilable a la investigación científica básica. Tal como están las cosas, emparedados entre la deslocalización y la robotización, reventada la burbuja del turismo masivo, no hay mucho futuro por delante sin un valor añadido cultural o de conocimiento.

Lamentablemente se trata de un sector frágil, marcado por una financiación pública inestable, la ausencia de líneas estratégicas y un mercado lastrado por la condición periférica en el conjunto estatal y la escasa visibilidad de la creación contemporánea dentro del territorio, lo que lleva a un mercado laboral precario y una alta emigración de artistas y profesionales especializados.

En Aragón, en concreto, tenemos una desproporción sangrante entre la valía, en número y calidad de nuestros creadores, y la implicación de las instituciones.

Si esta crisis del COVID-19 nos coloca en una encrucijada, la actuación de los poderes públicos decidirá el futuro de un sector que es considerado estratégico por el gobierno autonómico. El del arte es un organismo vivo, falto de aire o de alimento por un periodo, incluso siendo corto, puede desaparecer. Su futuro sólo será posible si se adoptan medidas ágiles, igualitarias, inclusivas y transparentes, y que mantengan el compromiso con el Documento de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte, firmado por el Gobierno de Aragón y el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC):

1. Necesidad de un diagnóstico del impacto de la crisis en el sector de las artes visuales. Especialmente en aquellos aspectos en los que está directamente implicado, como los proyectos programados y no ejecutados, contratos y licitaciones que no se han llegado a adjudicar. El desconocimiento de la realidad no permite calibrar el impacto de una  crisis como la que el COVID-19 ha generado ni de las medidas adoptadas para combatirla, por eso es necesaria la realización de censos de artistas, empresas y profesionales, y la reunión periódica de la Administración con las diferentes asociaciones sectoriales. Este diagnóstico debe ser hecho desde las Instituciones, pero el IAC y otras asociaciones (AACA, GACA) colaborarían en su realización.

2. Mantenimiento y cumplimiento de los presupuestos. La suma de los presupuestos autonómicos de las direcciones generales de Cultura y Patrimonio Cultural suman en 2020 los 23.586.025 € mientras que en 2008 alcanzaban los 51.788.823 €. La tímida recuperación de la inversión pública desde su momento más bajo en 2014 es un avance aún muy lejano a las necesidades del tejido y no puede permitirse un retraimiento a causa de la actual crisis.

El presupuesto destinado a proyectos pospuestos o cancelados a próximos ejercicios, debe destinarse a otros proyectos y líneas de trabajo que permitan mantener la actividad laboral y empresarial no sólo de artistas, comisarios y galerías de arte, sino también de educadores, correos, críticos, conservadores y restauradores, talleres de enmarcado, empresas de transporte y montaje, diseñadores gráficos, imprentas, comunicadores y otros profesionales que han visto estancada su actividad. 

3. Mantenimiento de las ayudas. La convocatoria de ayudas en este ejercicio ya era crucial debido a su cancelación de la convocatoria del pasado ejercicio (y en el caso de las ayudas a creación artística, patrimonio, memoria histórica también en el ejercicio 2017) dejando a numerosas empresas y trabajadores autónomos en una situación especialmente difícil. En medio de la crisis, el mantenimiento de las ayudas determinará la supervivencia de buena parte del tejido profesional y empresarial del territorio.

Estas ayudas tendrán que adaptarse a la realidad actual, una convocatoria limitada a la ejecución de proyectos resultará ineficaz en un ejercicio en el que esos mismos proyectos no se pueden ejecutar durante más de tres cuartas partes del año. Por eso habría que valorar la posibilidad de cubrir gastos fijos de la actividad (alquileres de locales, suministros, seguros,), una mención específica a la creación o mejora de páginas web podría apoyar el proceso de digitalización tan necesario en esta coyuntura (y apoyando indirectamente a otro sector muy afectado como es el del diseño).

Hay que tener en cuenta que muchos artistas han quedado fuera de las ayudas generales aprobadas por el Estado, por ello es necesario prestar especial atención a este colectivo para crear unas ayudas que puedan sustentarlos, valorando las ayudas a fondo perdido.

Esta adaptación requiere también contemplar otros ámbitos:

- Deberá contemplarse el pago anticipado de al menos el 50% de las ayudas concedidas para garantizar la liquidez de empresas y trabajadores autónomos.
- Deberán revisarse aquellos criterios de valoración que hayan quedado condicionados por la coyuntura actual (como la antigüedad en las altas del IAE, que pueden plantear un problema para quienes no hayan podido afrontar los costes de cotización, la necesidad de galerías de mantener horarios estables de apertura al público general...).

4. Mantenimiento de la actividad. Las instituciones públicas tienen el mandato de facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida cultural, y ese mandato no se extingue por el Estado de Alarma. 

Esto implica el pago en el menor plazo de cualquier trabajo realizado para la administración previamente a la declaración del estado de alarma y todavía pendiente de cobro, así como el pago de los trabajos ya realizados, aunque los proyectos se hayan quedado a medias a causa del parón; e igualmente, el pago de indemnizaciones en compensación por licitaciones comenzadas a ejecutar e imposibles de finalizar, más la suspensión de los plazos de ejecución de aquellos contratos que se vayan a retomar.

5. Actividades de mediación. La educación y mediación cultural es un sector laboral especialmente precarizado por la habitual externalización del servicio a empresas con licitaciones muy limitadas ya en sus valores estimados, lo que tiene un impacto directo en las condiciones laborales de quienes ejecutan los servicios (temporalidad unida a una alta disponibilidad para las necesidades del servicio, bases de cotización por debajo de la realidad del trabajo realizado para sostener los gastos de contratación,...) y han sido las primeras personas de las que se ha prescindido. Una realidad que se contradice con el peso que este sector tiene en el impacto de museos y salas de exposiciones y que debería tener ahora mismo en el funcionamiento de las instituciones artísticas públicas. Con las exposiciones cerradas, el trabajo de mediación se hace más relevante que nunca para favorecer el acceso de la ciudadanía a las colecciones y la creación artística.

6. Contratación de actividades virtuales y Censo Web de profesionales. Con los museos y salas de exposiciones cerrados la difusión online se convierte en la principal vía de acceso a la cultura, así como de mantenimiento de la actividad para profesionales del sector.

Esta contratación puede abarcar trabajos artísticos y teóricos para apoyar tanto a artistas como a comisarios o críticos o investigadores, con un precio único de adjudicación o una horquilla predeterminada, y nombrando a un jurado que garantice la calidad de las propuestas seleccionadas. Este tipo de programación puede servir además para elaborar un censo de todos esos profesionales que componen el sector, lo cual contribuiría a su visibilidad individual y a un mapeo del sector que pudiera servir de herramienta en el futuro.

7. Plan de compras de obra. Varias comunidades autónomas han habilitado ya partidas específicas y urgentes para la compra de obras de arte. Aragón no debería ser la última en sumarse a esta lista. La compra de obra es la medida con un impacto más directo en el ámbito del mercado artístico, tanto para artistas como para galerías, un mercado que se ha visto congelado con el surgimiento del COVID-19 y se verá fuertemente reducido por la crisis venidera. Esta compra de obras es además una necesidad para las colecciones públicas aragonesas, en las que están ausentes varias generaciones enteras de artistas del territorio, fallando en su responsabilidad de promoción y garantía del acceso al patrimonio artístico a todos los ciudadanos.

Este plan de compras de obra se debería ejecutar:

- Compra a galerías de arte contemporáneo de Aragón y artistas aragoneses o residentes en la Comunidad no representados por galerías.

- A través de una comisión encargada de velar por la calidad de las obras adquiridas y su adecuación a las colecciones a las que queden adscritas. Esta comisión debería incorporar a entidades como la AACA (Asociación Aragonesa de Críticos de Arte), la GACA (Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de Aragón), la Universidad de Zaragoza, y el propio IAC.

- Con un límite máximo de precio por obra para garantizar un justo reparto del presupuesto asignado (este precio máximo debería estar en torno a los 6.000/8.000 € en función de la cantidad total destinada).

- Al margen de la política de compras institucional, creemos importante que, desde el Gobierno de Aragón se apoye la adquisición de obras de arte de artistas y galerías aragonesas destinadas a alguno de los proyectos empresariales/hoteleros en marcha: Instalación de Amazon en Aragón, Estación de Canfranc, Balnearios, Parador Nacional en Veruela…

8. Adecuación del desconfinamiento a los distintos subsectores culturales. El plan de desconfinamiento recientemente marcado por el Gobierno Central marca unas delimitaciones bastante generales, por lo que será necesario concretar medidas en las administraciones no estatales, unas medidas que sirvan de marco a nivel autonómico y también de guía a las administraciones locales. Museos y salas de exposiciones cumplirán sin duda los requerimientos de control de aforo marcados, pero será necesario cambiar dinámicas de trabajo para adaptarse al nuevo funcionamiento hasta que puedan reanudarse ciertos servicios como visitas guiadas, elaboración de nuevos contenidos y guías educativas descargables, diseño de actividades a distancia, ...

9. Elaboración de un plan estratégico para fomentar la estabilidad en el sector a medio plazo. Un plan que se ajuste a la Estrategia Aragonesa de Desarrollo Sostenible, por la que el Gobierno de Aragón reconoce “la contribución de la cultura al desarrollo sostenible” (Objetivo 4.7) y asume el compromiso de “proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y protegido para todos los trabajadores, (...) en particular (...) las personas con empleos precarios” (Objetivo 8.8), y que también asume el compromiso de desarrollar un Programa de emprendimiento industrias creativas y culturales, aunque el impulso a la creación de nuevas empresas en el sector sin un apoyo a las ya existentes carece de sentido.

Un plan en el que tener en cuenta las posibilidades del arte como herramienta socializadora y sanadora, en especial contra las secuelas del confinamiento como el sedentarismo, la soledad o ciertos trastornos mentales. Existen ya diversas experiencias y proyectos que trabajan en la confluencia del tratamiento médico y las artes, un área será necesario explorar. Especialmente tras un periodo de aislamiento la capacidad del arte para contribuir a reconstruir espacios sociales se hace imprescindible. Pensemos en los nuevos hospitales en proyecto para Alcañiz y Teruel como espacio para experimentación en este sentido.

Un plan que tenga en cuenta que esta crisis ha acelerado el ritmo hacia la digitalización y que, aunque la cultura presencial será más importante si cabe, es necesario un fuerte refuerzo de la presencia online de las instituciones artísticas aragonesas, con webs que cumplan estándares de accesibilidad, contenidos específicos de expansión de la programación en los espacios propios. Una digitalización que no sólo ayudará a difundir la cultura aragonesa globalmente, sino que permiten la conexión con la vida artística del territorio de los aragoneses en el exterior.

DOCUMENTO ELABORADO POR EL GRUPO TERRITORIAL DEL IAC (INSTITUTO DE ARTE CONTEMPORÁNEO) EN ARAGÓN

CON EL APOYO DE:

AACA – ASOCIACIÓN ARAGONESA DE CRÍTICOS DE ARTE

GACA – ASOCIACIÓN DE GALERÍAS DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE ARAGÓN