Mi trabajo explora la conexión entre el ser humano, la memoria y la identidad. Mi proceso creativo está íntimamente ligado a la experiencia vital y la reflexión en el taller y en la naturaleza, donde investigo la relación entre el individuo y su contexto. Me interesa cómo los recuerdos, a menudo inaccesibles, influyen en nuestra percepción del presente, actuando como cicatrices que transforman nuestra experiencia actual.
Profundizo en la relación entre la memoria personal y colectiva, enfocándome en la memoria traumática y la cultura del recuerdo. Las personas que desaparecen dejan un vacío en la capacidad de recordar; ahí es donde la memoria social transmite esos recuerdos, asegurando su permanencia en el presente como parte de la identidad de un grupo. Cuestiono las conmemoraciones reducidas a fechas y números, con piezas que actúan como catalizadores para reactivar la memoria colectiva, promoviendo una reconstrucción constante de ese pasado que sigue conformando la identidad social de un lugar.
Además, investigo cómo los mitos y rituales perpetúan y transmiten la memoria a lo largo del tiempo. Me pregunto cuánto de los mitos antiguos persiste en la actualidad y qué nos dicen sobre nuestra sociedad contemporánea.
Los espacios y objetos también ocupan un lugar central en mi trabajo. Creo que los lugares poseen memoria, ya que cada interacción humana deja una huella. Mi intención es reactivar estas memorias espaciales reflexionando sobre cómo contribuyen a nuestra identidad colectiva.
Mi práctica artística se desarrolla a través de la escultura, la pintura, la instalación y la fotografía. Mis procesos creativos mantienen una relación importante con las técnicas tradicionales y la naturaleza, sin dejar de lado la investigación en nuevos materiales y técnicas. Las técnicas artesanales, en profundo contacto con los oficios de los que provienen, me permiten reflexionar en profundidad mientras trabajo, “dialogar” con la pieza, los materiales y los procesos creativos. Este diálogo ha llevado a darle cada vez más protagonismo al material y al proceso
“Te veo…Aquí estoy…” “Vidim te… Tu sam…” “I see you…I´m here…”
“He vivido muchos acontecimientos en mi vida, eso ha dejado una huella en mi memoria. ¿Quieres que te cuente mi historia? Ven y siéntate”. Con este gesto mis recuerdos pasarían a formar parte de tus recuerdos y así sucesivamente si tú le transmitieras mi historia a otra persona.
La obra representa un encuentro similar entre el espectador y las víctimas de conflictos bélicos. Este encuentro pretende ser un espejo en el que reflejarnos, y un espacio en donde “dialogar” con ellas. Donde la conmemoración de su recuerdo, es entendida como un modo de transmisión de su memoria, una memoria que, dado que ya no existen, no van a tener la posibilidad recordar ni de transmitir.
Las huellas de hormigón representan el camino que recorrieron las víctimas, desde el lugar en el que fueron capturadas, hasta el lugar en el que perdieron la vida. Estas pisadas no sólo transmiten su recuerdo, sino que permiten representar mediante un material inerte y estable en el tiempo, el lugar que ocuparon durante un momento de sus vidas que les unió para siempre. Según M. Halbwarchs, el espacio es algo fundamental en la memoria colectiva y permite encontrar el pasado en el presente, porque sólo el espacio es capaz de permanecer sin envejecer.
El empleo del espejo bidireccional, como primer elemento de la instalación, permite que el espectador se vea a sí mismo y al mismo tiempo vea a la víctima y al revés, de este modo el flujo de información es recíproco. A continuación el espectador conecta con el espacio que han ocupado las víctimas, sus pasos. Éstas huellas narran su historia al mismo tiempo que transmiten su ausencia. La figura, como representante de todas la víctimas, aparece agotada, con un gesto y una mirada que transmite el sufrimiento. Se encuentra sentada ante una silla vacía, que representa la falta de respuestas que han tenido hasta ahora. La silla da la oportunidad al espectador de sentarse, de cruzar la mirada con la víctima, para facilitar la interacción con la pieza, donde ésta le preguntará por qué. Como Halbwarchs mantiene, para la reconstrucción del pasado o de un suceso es necesario que los datos pasen de unos a otros sin cesar, sólo así continúan formando parte de una misma sociedad, la pieza quiere representar el contexto de esa interacción.
El título hace referencia al saludo de varias tribus del sur de África “Sawabona” y “Shikoba”, que significa “te veo” en reconocimiento de la existencia del otro, de que se es testigo y se entiende y respeta su presencia, al que el otro responde “aquí estoy” en el sentido de “existo”.
El 20 de Noviembre se cumplirán 33 años de la caída de la ciudad de Vukovar en Croacia, durante la guerra de Yugoslavia. Tras una larga batalla y un largo asedio, la ciudad fue definitivamente ocupada y tomada en el transcurso de los días del 18 al 20 de Noviembre de 1991. Entre las miles de víctimas ocurridas en esa batalla, destaca el ataque sufrido en el hospital de esa ciudad donde 266 víctimas, civiles y combatientes, fueron secuestradas y asesinadas. La memoria de ese camino final que tuvieron que recorrer marca el origen de este proyecto.