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GALERÍA ADORA CALVO presenta “Luchar, creer” de Marina González Guerreiro

“Luchar, creer” de Marina González Guerreiro.

Inauguración: 9 de agosto a las 20:00h.

Clausura: 7 de septiembre.

La artista gallega formada en Salamanca regresa a la ciudad para presentar su nuevo proyecto en la Galería Adora Calvo.

 

LUCHAR, CREER

 

            El trabajo de Marina González Guerreiro nace del interés por el imaginario relacionado con la autoayuda, las terapias de gestión del estrés y el retorno de las religiones. A través de la instalación, la escultura, el vídeo y la performance, la artista piensa de manera crítica sobre la espiritualidad y el capitalismo afectivo, exponiendo la progresiva occidentalización de las culturas y la vanalización de religiones orientales como el budismo. A veces con un tono que puede parecer irónico incluso sarcástico y otras involucrándose seriamente en el arte como terapia, Guerreiro manipula la iconografía vinculada a la New Age y a ciertas tendencias en la psicología tales como el pensamiento positivo, el mindfulness o el uso terapéutico del yoga y de los libros de colorear mandalas.

            En un momento en el que la creatividad y las emociones se han convertido en una herramienta de motivación utilizada por gurús y coaches empresariales, inundando todos los campos incluyendo a artistas, comisarios y centros de arte con el fin de mejorar la productividad, Guerreiro se aproxima al trabajo de pensadores contemporáneos como Alberto Santamaría (En los límites de lo posible. Política, Cultura y capitalismo afectivo, 2018), que han denominado a este proceso cultural como activismo cultural neoliberal. ¿Qué se esconde tras la espiritualidad que envuelve al capitalismo afectivo?. En esta nueva retórica sobre la productividad, la creatividad y la imaginación, ¿Cómo nos vemos afectados hoy en día por el capitalismo afectivo y esta nueva espiritualidad?, ¿Cómo funcionan estos supuestos afectos en un contexto económico marcado por lo precario y la auto-explotación?. Cuando ser feliz es ser productivo, y las emociones se convierten en objeto de mercado para el lucro del capitalismo, en un sistema que mediante la crisis y la precarización ha aprovechado para destruir el estado de bienestar en pro de los beneficios para los más poderosos y generar una mayor desigualdad, ¿es la tristeza y la melancolía una forma de rebelión?.

Luis San Sebastián