Casal son Tugores de Alaró, inaugura la exposición “Fuego / Hueco / Sombra / Aire”, en la que participa Olimpia Velasco.
Del 22 de febrero al 31 de marzo de 2020
Inauguración: sábado 22 de febrero a las 12.00
El hilo conductor en esta exposición es la búsqueda, por parte de las artistas, de una reflexión y reconciliación entre civilización y naturaleza a través diferentes técnicas y lenguajes artísticos.
Esther Pizarro con su escultura “[MAFD] :: Gráfico de Columnas Múltiples I” explora la visualización de datos tomando como punto de partida los gráficos de barras múltiples. Un historiograma tridimensional lumínico, que describe en su planta una abstracción de la franja geográfica de África Central más afectada por incendios forestales. En contraste, su alzado nos informa sobre los patrones de emisiones de CO2, número de fuegos y área quemada, como componentes narrativos diagramáticos. La serie “[MAFD] :: Drawings” está formada por un conjunto de quince dibujos donde cada uno de ellos atiende a una zona geográfica del planisferio terrestre, según la división espacial de (GFED) Global Fire Emissions Database. Estas obras forman parte del proyecto Mapping Active Fire Data que representa cómo la corteza terrestre está continuamente ardiendo.
Lucía Loren en “El Bosque Hueco” remarca los valores paisajísticos, culturales y estéticos de un paisaje vivo. Realizando una serie de intervenciones y una creación audiovisual ensalza el árbol como parte fundamental de un paisaje y su memoria, completando los huecos de cuatro robles y un fresno centenarios con ramas recogidas del entorno. En la instalación audiovisual “Mesa Nuclear”, Lucía Loren contextualiza la repercusión de las céntrales nucleares sobre el agua del Ebro, el impacto medioambiental que esto supone, las consecuencias en la cadena trófica, en nuestra alimentación y salud. Además, reflexiona sobre las posibles soluciones y alternativas al uso de la energía nuclear.
La naturaleza, en las obras de “Falso paisaje” de Sara Quintero, aparece representada como en los antiguos dioramas de museos que evocaban ambientes remotos. Lo irreal y ficticio juegan a parecer verosímiles manteniendo al espectador en la duda. Paisajes que insisten en su carácter artificial, pero también en la falsedad de aquella realidad que pretenden evocar que avanza alterada y enrarecida. Oscuras atmósferas, nebulosas, luces espectrales… describen escenarios umbríos al filo de la pesadilla o el drama. Recrearse en el luto entonces, si nada permanece, la naturaleza como la propia pintura, se enfrenta a su fin, en un inútil esfuerzo de presente. Como describía Cezanne: “Está cayendo la noche del mundo. La pintura, junto con todo, desaparece…”
Olimpia Velasco en la instalación “Extreme III” recoge “un trozo” de naturaleza para reflexionar sobre cómo los ritmos y ciclos de la naturaleza deben ser entendidos y respetados por el ser humano. Los dibujos “Three Mountains” enmarcados dentro del proyecto “La Montaña Mágica” son el punto de partida para reflexionar sobre el concepto de tiempo, concebido como un transcurrir sin objetivos, unido a un espacio-enclave que induce a la contemplación de la naturaleza sin tener una función analítica. “La Culpa” es una instalación dentro del proyecto “LA PARTIDA (acción de peso)”, en el que se rindió homenaje a todas las mujeres que salieron de sus pueblos durante el éxodo rural para atender las necesidades que otros les habían impuesto.