Din Matamoro en la Fundación Laxeiro: Nieblas

Niebla es el título elegido por el pintor gallego para este proyecto, una exposición que se compone de acrílicos sobre lienzo. La niebla funciona como elemento unificador de este conjunto de obras que profundizan en la investigación que el artista lleva realizando en los últimos años sobre las posibilidades de la captación de la luz, como esencia del color y que, por tanto, se sitúa en el elemento más inmaterial del lenguaje pictórico.

La idea de la niebla es utilizada para articular un proyecto expositivo formado por lienzos que, en un primer momento, pueden parecer monocromos para, en una mirada más detenida, descubrirnos colores

ocultos que surgen detrás de la niebla, haciéndose cada vez más presentes, en un juego perceptivo que el artista consigue gracias a su dominio magistral del cromatismo y una depurada técnica personal, producto de largos años de investigación.

Con un montaje austero, en el que el artista utiliza el espacio expositivo como parte de su propuesta, Niebla trasciende así el hecho pictórico para ser concebida como una instalación en la que la pintura es la protagonista, contextualizada en un espacio que pone en relación cada una de las piezas colgadas, formando un todo que provoca la sensación de estar dentro de la obra.

Din Matamoro comienza su trayectoria artística en los años ochenta, en el marco de los neoexpresionismos que se reivindicaban como vehículo de inmediatez expresiva, como reacción contra la pintura académica, dentro del ambiente de libertad creativa de aquellos años. Grandes formatos, materia pictórica y una figuración onírica y narrativa, conformaron su lenguaje de esta etapa, para evolucionar, en su residencia en Nueva York hacia una pintura contaminada (tanto en materiales como en lenguajes) que, sin abandonar el terreno de la espontaneidad gestual, integraba elementos del pop. Su residencia en Roma, en el bienio 90-91, después de la experiencia neoyorquina, llevó a su pintura hacia terrenos más fabuladores para, a partir de su establecimiento definitivo en Vigo, en 1992, comenzar un intenso trabajo de investigación sobre la luz, cuya primera manifestación, podemos situarla en su conocida serie titulada Pantallas compuesta por acrílicos sobre lienzo, en los que recrea la luz de un proyector incidiendo sobre la pantalla blanca de un cine imaginario. La vibración característica de la proyección cinematográfica es captada por el artista en un sorprendente juego de matices entre sombra y luz, que dotan a cada pieza de un extraño dinamismo.

Fundación Laxeiro

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